Seguro que conoces a escritores como Julio Verne y a H.G. Wells. Pero, ¿conoces a Hugo Gernsback? Probablemente, no. Nunca ha tenido la prensa de los susodichos, pero sus aportes al género (y a la ciencia en general) han sido tanto o más importantes. Llamado por muchos "el verdadero padre de la ciencia ficción", fue el editor de la primera revista del género (en 1926) y murió con 80 patentes en su haber, junto con muchísimos otros inventos que jamás vieron la luz. Cosas tan increíbles para la época como un policía robótico hasta un método para aprender durante el sueño, radio de por medio.
Hugo Gernsback es, junto con Julio Verne y H.G. Wells, uno de los padres de la ciencia ficción. El menos conocido de todos, es cierto. Pero sus aportes fueron tan significativos que el premio más importante del género, el Hugo Awards, fue nombrado en su honor.
Nacido en Luxemburgo, pero nacionalizado como norteamericano en 1905, Gernsback fue el responsable de popularizar y modernizar el género gracias a Amazing Stories (1926), la primera revista exclusiva de relatos de ciencia ficción. Amazing Stories puso nuevamente la ciencia ficción en el mapa y, en su primer número, incluyó reimpresiones de relatos de Edgar Allan Poe, Julio Verne y Wells, entre otros.
Sin embargo, el logro más significativo de la revista fue haberle dado un espacio a los fanáticos de la ciencia ficción. Gernsback tuvo el acierto de comenzar, en 1927, un correo de lectores. Al publicar las direcciones completas de los que le escribían, permitió que se contactaran entre ellos. Lo que decantó en la primera comunidad organizada del género. Una comunidad que, por suerte, continúa activa hasta el día de hoy y de la cual han salido excelsos científicos y grandes escritores.
Pero lo que aquí nos interesa es el perfil de inventor de Gernsback. Antes de fundar Amazing Stories, Hugo ya había editado dos revistas menos conocidas, pero mucho más interesantes. Modern Electrics, de 1908, fue la primera revista del mundo sobre electrónica. La segunda, donde se vieron sus inventos e ideas más alocadas, data de 1913 y se llamó The Electrical Experimenter (la cual luego pasó a llamarse Science and Inventions). En estas dos publicaciones, y siendo Gernsback un prolífico inventor, se dejaron ver sus mejores ideas y bocetos.
Gernsback fue, además, un experto radioaficionado y un estudioso de las ondas de radio y de sus posibilidades. Sus alocadas propuestas radiofónicas se dejaron ver en revistas como Radio News, Radio Craft y Radio Electronics. Hugo creía que todos los males del universo podían ser solucionados mediante el uso de la radio. Y, así como nosotros creemos que en el futuro todo pasará por Internet, Gernsback creía que el futuro estaba en la radio y sus ondas. Pero, como verás, su futuro y el nuestro no son tan diferentes.
Entre las patentes más interesantes de Hugo Gernsback, podemos encontrar una plataforma hidráulica para la pesca (un embudo, en realidad), el Depilator (un método de depilación que no utilizaba cera), el Radio Horn (una cápsula plástica para lograr mejor sonido de radio) y, nuestra favorita, el "aparato para aterrizar máquinas voladoras" (una plataforma lubricada, dividida en segmentos, con atracción electromagnética). Aquí puedes descargar algunas de sus patentes en PDF.
Pero las mejores invenciones de Hugo Gernsback fueron aquellas que nunca abandonaron la mesa de trabajo, las publicadas como especulativas en sus revistas.
Cosas tan insólitas como un policía robot controlado por un mando a distancia y un grabador de sueños. Ingenios realmente alucinantes, algunos imposibles para la tecnología actual, pero de una imaginación sin paralelo. Imaginación y sentido de la especulación: dos de los ingredientes más importantes en un inventor. Veamos, a continuación, alguno de los mejores "delirios" de Gernsback.
"Como es bien sabido, la radio puede hoy puede ser usada para producir efectos mecánicos a distancia. Este nuevo arte es conocido como radio-telemecánica. Muchos años atrás ya era posible encender y operar vehículos y maquinaria enteramente por radio.", dice Gernsback, en el artículo de Science and Invention (arriba, derecha). "The Radio Automaton como es mostrado aquí y en nuestra portada no es un sueño salvaje y puede ser contruido por cualquiera con los medios disponibles actualmente. The Radio Automaton contiene la maquinaria que se muestra en la ilustración, que incluye un motor de gasolina, un gabinete a radio control, un telegraphone, un potente altavoz, un giroscopio y otros aparatos auxiliares."
Con telegraphone, Gernsback se refiere a una extraña invención de Oberlin Smith, que usaba un teléfono y un electromagneto para capturar sonido. La invención parecía una mezcla entre un fonógrafo y un teléfono y data de 1870, aunque recién se conoció en 1950. Los aparatos auxiliares son un tanque de gas lacrimógeno, un caño de escape para el motor, ojos lumínicos y un extraño escudo/arma en las extremidades de sus miembros superiores. Sin dudas, un autómana para temer.
Gernsback, aunque un adelantado para su época, ya entendía que la robótica y el radio control podían ser usados como armas, como hemos visto más de una vez en NeoTeo. El Automaton, según reza el artículo de la revista, podría ser usado para dispersar muchedumbres o en la guerra. El ingenio debía ser controlado, como podemos observar en el artículo (arriba a la izquierda de la página), por un cohe policial, que se encargaba de la operación.
Hugo cierra el relato asegurando que "como máquina de combate cuerpo a cuerpo, los Radio Automaton no tienen paralelo. Las balas no los afectan y están equipado con un motor de 20 o 40 caballos de fuerza, cosa que los hacen irresistibles."
Para redondear este artículo, una galería con las mejores, más curiosas y delirantes invenciones de este genio visionario. ¡Vale reirse! Pero ten en cuenta que muchas de estas cosas o bien existen en otra forma o todavía no pueden llevarse a cabo (pero siempre hay alguno intentándolo). Salvo, claro, excepciones. ¡A nadie le interesan las películas de Rayos X!
Como verás, Hugo Gernsback no solo reinventó la ciencia ficción, sino que tenía una imaginación desbordante que rozaba lo steampunk. Era un adelantado a su época, tan visionario como delirante. Y hay algo seductor en todos sus diseños e invenciones: la ingenuidad de nuestros antepasados, cómo se imaginaban el mundo del futuro y lo poco errado que estaban. Realmente inspirador.