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Los hackers también son personas

Hackers Are People Too es un documental que reivindica no solo a los hackers, sino también al hacking como actividad, reclamando los espacios que se han ganado en los adelantos tecnológicos e informáticos de la actualidad. Un documental que intenta luchar contra la ignorancia y el miedo sembrado por los medios, que los ha mostrado sea como seres malvados capaces de violar bebés ciegos o como nerds vírgenes mantenidos por sus madres. Pero los hackers también son personas, y nosotros reflexionamos un poco sobre el tema.

¿Qué es un hacker? La respuesta varía dependiendo la fuente o persona a la que se le pregunte. La RAE no tiene respuesta a la pregunta, lo cual siendo un neologismo inglés no asombra. El diccionario español de la Universidad de Oxford los llama, lisa y llanamente, “piratas informáticos”. La RAE, que ahora sí tiene una definición, dice que un pirata es una “persona que, junto con otras de igual condición, se dedica al abordaje de barcos en el mar para robar. Persona cruel y despiadada.“, sin hacer referencia a la informática en ningún momento. Por su lado, el Diccionario de la lengua española 2005 Espasa-Calpe, dice que un hacker es una “persona muy aficionada y hábil en informática que entra ilegalmente en sistemas y redes ajenas.” La mejor aproximación a la verdad, sin embargo, la tiene Wikipedia en su entrada en español.

Hacker es el neologismo utilizado para referirse a un experto en varias o alguna rama técnica relacionada con la informática: programación, redes de computadoras, sistemas operativos, hardware de red/voz, etc. Se suele llamar hackeo y hackear a las obras propias de un hacker.

El término "hackers" trasciende a los expertos relacionados con la informática, para también referirse a cualquier profesional que está en la cúspide de la excelencia en su profesión, ya que en la descripción más pura, un hacker es aquella persona que le apasiona el conocimiento, descubrir o aprender nuevas cosas y entender el funcionamiento de éstas.”

En esta definición, la más acertada, la moralidad no está implícita en ningún momento, así como tampoco lo está, por ejemplo, en la definición de médico. Es que de la misma manera que en el mundo de la medicina existió un Josef “El Ángel de la Muerte” Mengele, en el mundo hacker también hay tanto gente mala, como gente buena (y otros rematadamente locos).

Es cierto que existe una palabra para referirse a los rufianes informáticos: Cracker. Pero el término cracker fue acuñado por la comunidad hacker en 1985 y significa (nada más, ni nada menos) “Criminal Hacker”.  O sea, un hacker malo, vamos. Además, parece un poco injusto que la comunidad hacker, buscando diferenciarse, ensucie la reputación de los crackers, aquellos que “mediante ingeniería inversa realiza seriales, keygens y cracks, los cuales sirven para modificar el comportamiento o ampliar la funcionalidad del software o hardware original al que se aplican.” Y claro que también de estos hay malos, pero también los hay buenos.

Entonces, ¿qué es un hacker? Pues, como verás, nadie lo tiene muy en claro. Al ser un término relativamente nuevo y al ser una actividad desconocida por mayoría de la gente, que muchas veces se hace desde el anonimato, es comprensible. Es aún más comprensible si a todo esto le sumamos el rol de los “medios de información” que, desde su ignorancia y sensacionalismo, no han podido (o querido) cumplir con su objetivo como educadores. Tanto los periódicos como los noticiosos han sembrado el terror sobre esta actividad. Ni hablar de Hollywood y sus malsanas adaptaciones del hacker real al hacker fílmico. Cuando no es un adolescente virgen y gordo que vive en el sótano de la casa de sus padres es un terrorista capaz de destruir al mundo presionando ENTER. Y, sin negar que puedan existir tanto los unos como los otros, los hackers también son personas

Los Hackers también son personas
Hackers Are People Too fue inspirado por una “conversación” que Ashley Schwartau, el director del documental, tuvo con uno de sus profesores. Al pedirle permiso para faltar un día para ir a Shmoocon,  una conferencia hacker, el “catedrático” se escandalizó. "¿¡HACKERS!? ¿Como en….*suspiro dramático* hacker de ordenadores? ¿Tienen CONFERENCIAS? ¿Y qué hacen ahí? ¿Tratan de hackear los bancos y entrar en redes para robar tarjetas de crédito?” Ashley, en ese momento, se dio cuenta que debía poner su granito de arena para rectificar la cosa. Y así nace su crónica, que puedes ver debajo.

Con testimonios reivindicativos hacia el hacking del tipo “los hackers salvaron a los astronautas del Apolo 13”, “los inventores son hackers”, “cada vez que ves a tu antivirus lanzar un alerta, o un candado en tu navegador, es porque un hacker hizo que eso pasara para ti.”, entre otros, queda más que claro que el mundo tiene una visión un tanto distorsionada sobre las actividades de estas personas.

Uno de los testimonios más entusiastas, honestos y carismáticos es el de Dan Kaminsky, un tester de penetración que atendió la conferencia: “Cada ítem individual (…), cada material que pueda ser forjado en un producto, tiene un uso esperado y después hay otros. La mayoría de la gente ve al uso esperado: ve un tenedor y dice ‘¡Ajá! Este es un objeto que tiene un solo uso, comer comida.’ El hacker mira al tenedor y dice ‘Ajá, esto es metal, puede conducir electricidad. Ajá, esto tiene puntas y puede hacer agujeros en arcilla para hacer una escultura, etc…

Gracias a estos testimonios, un seguimiento de las actividades de la conferencia y un retrato hablado de las vidas de estas personas (mujeres incluidas) al espectador se le hace claro que  “Los hackers también son personas”. Personas que aman, comen, van al baño y ven películas de hackers. El documental dura 43 minutos y, además de la versión de Google Vídeo que acompaña esta reseña, está disponible para comprar en DVD desde el sitio oficial. Muy recomendado (pero solo para aquellos que dominen el inglés, ya que al momento no hay subtítulos ni versión en español).

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