¡Todos sabíamos que los gatos tenían un plan! Es decir, son lindos animales, pero no tienen ningún tipo de respeto por sus dueños. La ley del felino indica que siempre y cuando haya un lugar cómodo para dormir y comida para alimentarse, todo va a estar bien. Pero según un estudio llevado a cabo en la Universidad de Essex, ni siquiera controlamos cuándo les damos de comer, sino que ellos, mediante un maullido/ronroneo nos hacen darles de comer.
Si creías que los humanos somos especiales porque tenemos una pequeña cosa llamada conciencia, que viene de la mano con su amigo el libre albedrio, entonces estabas equivocado. Según acaba de demostrar un recientemente estudio, en realidad somos simples marionetas de seres superiores… los gatos.
En realidad no es para tanto. Pero sí es cierto que tienen cierta influencia sobre nuestro pensamiento, sobre todo cuando de comida se trata. Como seguramente sabrás (en caso de que haya un felino en tu hogar) a la hora de comer los gatos pueden llegar a ser bastante molestos. El maullido que hacen cuando tienen hambre, es en realidad un ronroneo mezclado con un llanto agudo. Es cierto que el ronroneo generalmente es señal de que el animal está contento, pero también hacen uno diferente cuando tienen hambre.
Ahora bien, este sonido no afecta nuestro cerebro de ninguna manera, pero el estudio ha encontrado que es muy molesto y difícil de ignorar. Karen McComb, de la Universidad de Sussex, donde se llevó a cabo el estudio, opina que “la yuxtaposición de un llanto con un llamado que generalmente relacionamos con satisfacción, es una manera sutil de obtener una respuesta.”
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Aunque sea los pequeños animales tienen respeto por la autoridad, ya que en vez de maullar constantemente, lo hacen a un volumen aceptable, excepto por mi gata que no sabe lo que quiere decir “autoridad”. Hace unos años, otro estudio había relacionado el llanto de un gato con el de un bebé, es por eso que se cree que los gatos utilizan este llanto/ronroneo para tomar ventaja de las sensibilidades humanas hacia el llanto de un bebé.
Intentando encontrar una respuesta, Karen les pidió a unos amigos que graben todos los maullidos de sus gatos, especialmente cuando estaban buscando comida y cuando no. En total, llegaron a tener grabaciones de 10 gatos diferentes, las cuales fueron presentadas a 50 humanos, de los cuales no todos tenían gatos. Los resultados indicaron que todos los participantes remarcaron el llanto agudo como el más molesto o urgente de todos.
Aunque los investigadores creen que este llanto ocurre en menor nivel cuando ronronean normalmente, “los gatos aprenden a exagerarlo si es que ha comprobado ser más efectivo para llamar la atención de los humanos.” Así que ya sabes… pienses lo que pienses, nunca podrás escapar de la voluntad del felino.
