Parece que hubiese sido ayer cuando el gigante de Mountain View decidió sorprender al mundo con su propio navegador web, pero ya han pasado dos años de la salida oficial de Google Chrome. Ocurrieron muchas cosas desde aquel 2 de septiembre de 2008. Se han visto cambios no solo de aspecto sino de funcionalidad tanto en Chrome como en otros navegadores, y la velocidad pasó a ser de un simple punto a favor a la corona que todos los navegadores desean sobre sus cabezas. Simbolizando su segundo cumpleaños, Google Chrome ha alcanzado la versión 6.0 en su canal estable, con varias mejoras y correcciones.
Ayer fue el cumpleaños de Google Chrome. Hace exactamente dos años hicimos un análisis completo de lo que era el nuevo navegador de Mountain View. Presentó varios conceptos radicales, como una interfaz minimalista, pestañas dinámicas, el control por procesos independientes y el Modo Incógnito que tantos disfrutan en estos días. Varios de estos conceptos fueron rápidamente adoptados por otros navegadores, algo que ha contribuido a la evolución general del navegador web como herramienta cotidiana. Cuesta un poco creer que en dos años Google Chrome haya avanzado un total de siete números de versión, aunque debemos admitir que mantener a tres canales de desarrollo acelera un poco el proceso. Sin embargo, Google Chrome todavía tiene mucho camino por recorrer, no sólo como navegador, sino como base fundamental de lo que será el próximo sistema operativo Chrome OS, del cual se esperan novedades hacia fin de año. Y es verdad: No todo fue bueno. Algunos de nuestros lectores recordarán especialmente los incidentes de privacidad que afectaron a las primeras versiones de Chrome.
La llegada de Chrome colocó presión sobre varios aspectos que parecían olvidados entre los navegadores. El primero es, sin lugar a dudas, la velocidad. Antes de Google Chrome, factores como la velocidad de JavaScript y los resultados en Acid3 no eran tomados del todo en serio por los desarrolladores, pero desde entonces la velocidad en JavaScript ha aumentado diez veces, y Google Chrome ahora es tres veces más rápido en comparación con aquella primera beta 0.2 que llegó a nuestras manos. También logró algo que parecía imposible, y fue quitarle usuarios a Mozilla Firefox. Al principio, la adopción fue muy lenta, pero a partir de la incorporación del soporte para extensiones, el éxodo se volvió mucho más perceptible. Incluso un servidor está considerando un cambio general de navegador (aunque primero debería hacer detonar mi disco duro), debido a la excelente combinación que han formado la sencilla interfaz de Chrome junto con el poder de sus más de seis mil extensiones disponibles.
Y para cerrar los festejos, la gente de Google ha convertido a la versión 6.0 en estable, algo previsible después de que la versión de desarrollo alcanzara la versión 7.0. Entre sus mejoras encontramos actualizaciones en su interfaz, autocompletado para formularios, sincronización de extensiones y autocompletado, y los evidentes avances en estabilidad y rendimiento, sin mencionar la tonelada de bugs que se han corregido. En estos momentos, cualquiera que utilice la versión estable ya debería encontrarse operando bajo la sombrilla de la versión 6.0, gracias a su sistema de actualizaciones automáticas. Sin embargo, lo que más debemos destacar en esta ocasión es la constancia que ha tenido Google Chrome en estos dos años, sin haberse visto influenciado por las alzas y las bajas de su cobertura mediática. Chrome se ha convertido en un excelente navegador, y la mejor parte, es que todavía tiene mucha tela para cortar. Dicho esto, feliz cumpleaños, Chrome.