Es el momento de echar la vista atrás y comprobar los avances en los dispositivos más influyentes que han tenido lugar en nuestra época. Se han seleccionado 10 aparatos que han determinado nuestra vida de un modo u otro pero escogiéndolos desde el ámbito electrónico, que es la seña de identidad que ha caracterizado la era de la información.
Apartando al ínclito transistor, que suele aparecer en todas las listas típicas sobre el tema, nos vamos a centrar en aparatos más “humanos”, que todos podemos usar fácilmente y darle una utilidad práctica inmediata. Por supuesto, se podrían crear listas con otros inventos tan influyentes como los que proponemos, pero por lo pronto, nosotros nos conformamos con estos diez y les damos un repaso para que disfrutéis de los recuerdos nostálgicos.
El ordenador personal
Motor, corazón y centro neurálgico de la era digital. Comenzaron su andadura a finales de los años 70, con aquellas primeras unidades “caseras” que habían reducido mucho el tamaño de los grandes computadores de la década anterior. El Scelbi, Mark-8 Altair, IBM 5100, Apple I y II, TRS-80, y el Commodore Pet fueron los modelos pioneros en ordenadores domésticos. Inicialmente existían muchos problemas de compatibilidad, teclados infumables, no habían inventado el ratón, los monitores no conocían el color y toda una serie de desventajas que las relegaron a simples calculadoras gigantes que además, resultaban demasiado caras. IBM rebajó los precios hasta límites tan razonables que empezaron a extender sus ordenadores a la gente. El IBM PC, presentado en agosto de 1981 dio comienzo a la carrera armamentística informática que sigue en nuestros días. Luego entró en escena nuestro inevitable Microsoft y realizó la jugada maestra de la historia: MS-DOS y posteriormente, Windows, sistema operativo universal que culminó en un dominio aplastante del mercado pero que a su vez permitió la extensión masiva de los ordenadores personales en la sociedad hasta convertirse en un elemento indispensable sin el cual no comprenderíamos la revolución tecnológica actual.
La grabadora de Video
El primer monstruo que comenzó a dar miedo a la industria de contenidos. Los aparatos de video de aquellos primeros tiempos resultaban pesados, molestos y farragosos con tanto avance y rebobinado. Sin embargo, constituyeron la primera piedra del intercambio de material audiovisual y, por supuesto, del avance de la propia economía de la cultura del ocio. En 1950 ya se podía grabar todo lo que aparecía en televisión y también las películas que nos alquilábamos del videoclub. La guerra de formatos protagonizada por JVC con su VHS y Sony con su Betamax aun se cita hoy como ejemplo de batalla comercial cruenta, modelo de las brutales hostilidades que existen entre grandes marcas. Entonces perdió Sony y el VHS pasó a convertirse en el estándar de la industria, pero aquellos enfrentamientos terminaron por aclararse y el video se convirtió en un bien común que no podía faltar en ningún hogar. Después siguieron los DVD y finalmente el Blu-Ray, formato que esta vez impuso Sony tras un agrio enfrentamiento con el HD-DVD de Toshiba. Sea como fuere, el video pasó a formar parte de la historia de la tecnología doméstica y hoy día casi no existe nadie que no tenga algún aparato de reproducción de video.
La consola de videojuegos
Dice el proverbio que los hombres sólo se diferencian de los niños en el precio de sus juguetes (aunque últimamente ni eso). Fue en 1975 cuando Magnavox y Atari presentaron el famoso Pong, que consistía simplemente en una pantalla negra, un cuadrado blanco, dos palitos en cada borde y una pelota que rebotaba en los palitos a modo de juego de tenis muy básico. Desde entonces, la industria del videojuego se ha mantenido como una de las más resistentes a la recesión económica, dando fe de que siempre se ha considerado casi un bien de primera necesidad. Y es que el juego a veces puede resultar tan imprescindible como la comida. No sólo de pan vive el hombre, dicen. Actualmente, la calidad y variedad de los juegos resulta apabullante. Cada vez se parecen más a la realidad, construyendo entornos virtuales tan vívidos que nos sumergen en la acción como si de la propia vida se tratase.
El módem
Primera vía de conexión del mundo con Internet. No podía faltar en esta colección de aparatos influyentes de la era digital. A través de sus “baudios” nos conectábamos a la Red a velocidades que entonces nos parecían estratosféricas. Desarrollado en 1981 por Hayes Communications, el módem permitió la comunicación bidireccional entre personas y propició la masificación de Internet en la sociedad. Una vez cumplida su función de pistoletazo de salida, dejó paso a sistemas mucho más potentes pero que en esencia funcionaban de modo similar en la transmisión de datos.
El ratón de ordenador
Nunca una cosa tan simple revolucionó tanto una sociedad. Desarrollado inicialmente en los años 60 no fue hasta pasadas dos décadas cuando despegó definitivamente, convirtiéndose en un elemento fundamental de los ordenadores personales. Le llamaron “ratón” porque su aspecto recordaba mucho al simpático roedor. Consiguió hacer mucho más fácil el uso de los PC y la gente de la calle se enamoró rápidamente de este artefacto. Atrás quedaban los complicados manejos mediante combinaciones de teclas y menús textuales. El ratón mejoró la experiencia digital y se transformó en la piedra angular de las interfaces del ordenador junto con el teclado. Hoy día sigue en activo y con una salud de hierro, a pesar de los intentos de sustituirlo con mecanismos teóricamente muy avanzados pero que no han logrado desplazar a este utilísimo dispositivo.
La impresora láser
Parece que nos hemos saltado un paso, pero no. Está claro que las impresoras fueron en sus orígenes un artefacto que impulsó de modo notorio el avance de la era de la información. En nuestras propias casas podíamos disponer de cualquier escrito como si de una imprenta se tratase. Pero han sido las impresoras de tecnología láser las que han disparado el avance definitivo a este dispositivo tan útil. Han logrado rentabilizar al máximo las operaciones de impresión de miles de oficinas. Sus rendimientos son fastuosos y la calidad de sus acabados realmente profesionales. Todo ello a un coste muy bajo y asumible por cualquier empresa. La tecnología láser ha generado un nuevo avance en materia de impresión pues apenas necesitan mantenimiento y nunca te tienes que preocupar de los inyectores.
El ordenador portátil
Su desarrollo se produjo prácticamente a la par que los ordenadores de escritorio, pero en sus inicios, resultaban enormemente caros y poco asequibles al público. En 1970 ya aparecieron los primeros portátiles pero sus baterías pesaban como ataúdes de plomo y su potencia no andaba muy boyante en cuestiones de cálculo. Al principio tampoco competían con los ordenadores de sobremesa, pero a partir de los años 90, la tecnología permitió encoger el aparato a la vez que aumentaba su potencia (la filosofía básica de la era del microchip). Los precios seguían separando ambos mundos pero la llegada de la crisis hizo caer las diferencias y hoy día puedes adquirir un portátil sin demasiado esfuerzo. Tanto es así, que una gran cantidad de gente dispone tanto de ordenador de sobremesa como de unidad portátil. No son excluyentes (por ahora) aunque la potencia de los más diminutos casi alcanza ya la del monstruo del salón.
La cámara digital
La primera cámara digital registrada fue desarrollada por la empresa Kodak, que encargó la construcción de un prototipo al ingeniero Steven J. Sasson en 1975. Esta cámara usaba los entonces nuevos sensores CCD desarrollados por Fairchild Semiconductor en 1973. Su trabajo dio como fruto una cámara de aproximadamente 4 kg y que hacía fotos en blanco y negro con una resolución de 0,01 megapíxeles. Desde entonces, la revolución digital ha arrollado a las cámaras analógicas de toda la vida y las ha relegado al olvido, en el fondo del baúl de los recuerdos. Parecía imposible que un arte tan extendido y tan consolidado como la fotografía se viera tambaleado tan intensamente por un aparato de esta categoría. Los detractores siempre han defendido la magia de lo analógico para defenestrar las posibilidades de lo digital, pero poco a poco han perdido la batalla hasta encontrarse ellos mismos disparando fotos con sofisticadas cámaras con sensor CCD o CMOS que no tienen nada que envidiar a sus homónimas de emulsión. La química deja paso a los bits. Puedes hacer todas las fotos que quieras sin gastar nada en revelados y además puedes modificar cualquier parámetro de la instantánea mediante programas especializados que te permiten hacer cosas realmente alucinantes.
El teléfono móvil
Este si que ha revolucionado el mercado hasta límites insospechados. En apenas 25 años han evolucionado de forma brutal hasta convertirse en los aparatos de alta tecnología y pequeño tamaño que son hoy. El Motorola DynaTAC, fue el primer teléfono móvil en 1983 y pesaba la tremenda cifra de 780 gramos, Casi un kilo de teléfono, con aspecto de ladrillo y un maletín aparte que contenía la batería para poder hablar durante no mucho rato. En sus inicios, el teléfono móvil era tan caro que sólo se lo podían permitir los altos ejecutivos y los ricos ostentosos. La gente se asombraba al ver a un tipo encorbatado, con el pelo engominado, pararse en medio de la acera y hablar por aquel artefacto enorme pero sorprendente. Al poco tiempo comenzó la carrera desenfrenada por poseer el móvil más pequeño y más avanzado, hasta llegar a nuestros días, que existen más teléfonos que personas en el país. Muchos han tratado de resistirse a los encantos de este aparato pero el progreso no se para ante nadie y la mayoría ha claudicado ante este pequeño muestrario de tecnología inalámbrica. A veces puede resultar tremendamente molesto, pero no podemos vivir ya sin nuestro celular.
El smartphone
Se ha convertido en el punto donde convergen todas las tecnologías digitales del momento. IBM sacó el primero en 1993 y le llamó Simon, aunque seguramente no pensó en las repercusiones que tendría su invento. En un aparato del tamaño de un paquete de cigarrillos te encuentras con un teléfono móvil, una cámara digital, una de video, un GPS, un ordenador y acceso a Internet con gráficos de cierta calidad y velocidad de conexión sorprendente. Representa a todos y cada uno de los máximos exponentes de la era digital. Todo en un pequeño dispositivo, manejable y sencillo de utilizar. El smartphone (teléfono inteligente) pone nerviosa a la industria de aparatos electrónicos. Puede llegar el día que dejemos de comprar cámaras digitales, portátiles y demás elementos parecidos puesto que nuestro Smartphone los llevará todos incorporados y con una calidad similar. Aún son algo caros y los planes de acceso todavía onerosos, pero con la velocidad con que avanza el mundo digital, no sería nada extraño que en poco tiempo dispongamos de un Smartphone del mismo modo que ahora poseemos un teléfono móvil.
Seguramente habrá otros aparatos electrónicos que se puedan colar en la lista, ¿Cuál nos faltaría incluir, según vosotros? ¿Los robots? ¿El GPS?¿El LCD? ¿El papel higiénico digital? (Quien sabe, a lo mejor los robots llega un día que se parecen demasiado a los humanos)