Gmail es la plataforma más importante de correo electrónico y hoy ha cumplido 10 años de una evolución que la ha disparado a ser la primera opción a la hora de hacerse una cuenta de correo nueva. Te presentamos a continuación un superficial recorrido por los aspectos más destacados de sus cambios y crecimiento, así como los problemas que tuvo y los que todavía hoy genera a pesar de ser la favorita de cientos de millones de personas.
Parecía una broma
Hace diez años, el 1 de abril de 2004, Google lanzó Gmail y muchos creyeron que se trataba de una broma. No los culpemos, April’s Fools no parecía una gran fecha para lanzar lo que sería la competencia acérrima que andaba necesitando el mercado de los servicios de correo electrónico, dominados por AOL, Hotmail y Yahoo! Mail. Desde ahí en adelante, Google desarrolló un cliente de correo tan cómodo, efectivo y conectado con sus otros servicios, que los usuarios encontramos favorable la relación costo/beneficio, resignándonos a que nos espíen los correos electrónicos y nos introduzcan allí publicidad personalizada. La expansión que tuvo el cliente de correo comenzó por lo bajo y con una elite de personas que contaban con las gratuitas-pero-costosas invitaciones a la beta de Gmail, ya que el servicio no dio un botón para registrar una cuenta nueva hasta casi 3 años después, cuando salió al público en Febrero de 2007.
En una época donde la computación en la nube todavía era un término demasiado joven (en aplicación, claro. El concepto de “cloud computing” se remonta a los 60), Google promocionaba su Gmail con la cantidad de espacio libre disponible que disponían los usuarios. Acostumbrados a los 2 y 4MB de Hotmail y Yahoo!, de repente los informáticos se encontraban con 1 GB de espacio libre para almacenar cualquier tipo de archivo en su correo electrónico, pudiendo enviar adjuntos más pesados y convirtiendo a la cuenta de correo electrónico en un disco duro portátil. Dropbox y otros servicios de alojamiento de archivos en línea llegarían unos años después, por lo que esta característica fue de las más significativas al principio.
Algunos puntos álgidos de su evolución
Otro de los aspectos que generó la pasión por el servicio fue su interfaz, de blanco minimalista con una forma de organizar las conversaciones o correos bastante cómoda para la relectura, aprovechando mejor la pantalla. En 2006 llegaría el chat y el calendario, además del soporte para 40 lenguajes, Gmail para tu dominio web e IMAP gratis. 2007 fue el gran año, pues se abrieron los registros y Gmail se empezó a convertir en lo que es hoy incorporando paulatinamente el cuadro de búsquedas en su interfaz, para que los usuarios busquen entre todos sus correos de forma inteligente, utilizando algoritmos más complejos.
Para 2008 el servicio ya contaba con millones de usuarios y no demoró en desarrollar lo que sería la primera aplicación de Android, para el T-Mobile G1. El videochat también llega en las postrimerías de 2008, junto a un detector de Archivo Adjunto Olvidado que fue una delicia para quienes mandábamos documentos de un lado a otro. El año siguiente Gmail va por todo y lanza Gmail sin conexión, lo que revoluciona la forma de acceder al correo a través de dispositivos y ordenadores portátiles. Con la opción de deshacer el envío de un correo y saliendo de beta, el 2009 termina siendo uno de los años más importantes del servicio. 2010 comienza para Google con la introducción de la bandeja de correo prioritario y la verificación en dos pasos para principios de 2011, además de un rediseño de la interfaz y acceso para usuarios de iPhone e iPad junto a las famosas modificaciones de desarrollador que se podían aplicar desde Gmail Labs, los voicemails y el soporte de SMS.
Con todo esto abordo, pero con algo de polvareda por los primero análisis sobre los problemas de privacidad que acarreaba este servicio, Gmail llega a los 425 millones de usuarios activos y se siente en el podio de los servicios de correo electrónico, ofreciendo 10 GB de almacenamiento gratuito, soporte para 57 lenguajes e introduciendo Google Drive como la evolución natural de su capacidad de almacenamiento en la nube. Google comprende, para 2013, que los usuarios necesitan de un cliente de correo electrónico compatible con el multitasking y la cada vez más endiosada productividad, por lo que se especializa en esto con pequeñas reformas a su sistema de redacción y envío de correo. En el corriente año, Gmail no ha hecho grandes cambios, pero ha pulido asperezas por el uso bastante invasivo de Google +.
Las broncas que nos agarramos con Google
Historia de evolución y proezas técnicas en pos de la comodidad del usuario y la eficiencia del servicio para brindar más dividendos a la compañía a través de la publicidad personalizada, Google y Gmail tienen un prontuario más que rico sobre quejas de parte de los usuarios y escándalos relacionados con la seguridad y la privacidad, además del funcionamiento errático. Uno para recordar fue el misterio de los correos borrados, ya que Gmail borraba indiscriminadamente los correos de algunos usuarios de la aplicación para iOS. Un problema más reciente fue la incorporación de las pestañas de Social, Primario, Promociones y Actualizaciones, algo que no gustó ni un poquito a la gran mayoría. Y ni que hablar del reciente “Permite a las personas enviarte un mensaje desde tu perfil”, permitiéndole a cualquier extraño enviarte un correo electrónico con sólo posicionarse sobre tu perfil de Google+. Entre las más recordadas también tenemos los problemas de escucha en Google+ Hangouts, las direcciones de correo mal escritas que se quedaban como contactos, los cambios en la ventana de composición y algunas caídas del servicio que han puesto en emergencia a los más paranoicos. ¡Ah! ¿Y cómo no mencionarlo? ¿Alguien se acuerda de la primer red social de Google, Buzz? ¿No? Lo bien que hacen.
Comodidad vs privacidad
Al promoverse como gratuito y aprovecharse de la no lectura de los términos de servicio, Google aprovecha legalmente cada byte de información que le proporcionamos para mejorar sus anuncios personalizados, incluyéndolos de una manera prolija al costado de nuestras ventanas de composición de correo electrónico. Como Gmail tiene un algoritmo que analiza el contenido de tus correos electrónicos, nada de lo que escribas es tuyo solo, y la resignación a esto todavía sigue generando densos debates. De repente, luego de usar los incómodos Hotmail, Yahoo!, etc., los usuarios vivían la experiencia de escribirle a un amigo un domingo contándole que querían viajar a India y veían el lunes cómo un anuncio sobre viajes en avión a India aparecía al costado de su correo electrónico. ¿Pero qué pasó? ¿Cómo adivinaron? El usuario se daba cuenta entonces que Gmail –así como Google- tenía un costo. Hoy en día, y costas de saber que la NSA está detrás de toda nuestra información (que es cedida por Google y otras grandes empresas big data), Gmail sigue siendo una opción que no tiene comparación en cuanto a recursos y funciones, además de haberse convertido en la credencial de inicio de sesión para miles de aplicaciones de terceros.
Esta capacidad de sobreponerse a sus aspectos más negativos y reprochables con innovación, comodidad y productividad es la principal virtud de Gmail, que parece tiene para rato como nuestro cliente de correo electrónico favorito. Luego de recordar los 10 años de Gmail habrá que tomarse un tiempo y pensar en profundidad sobre esta decisión que hacemos al usarlo, sabiendo que tiene esa doble personalidad tan perversamente útil.