Lisandro Pardo
La habilidad del teléfono móvil para absorber funciones ha erradicado a varios dispositivos dedicados en los últimos años, y el smartphone no hizo más que intensificar dicha tendencia. Escuchar música con nuestro móvil eliminó por completo la necesidad de un reproductor MP3, pero no hay ninguna oferta capaz de entregar una experiencia superior. La gente de Marshall quiere cambiar eso con su nuevo smartphone London, el cual posee en su interior un módulo destinado a brindar mayor fidelidad.
Poseo dos reproductores MP3, y ambos se encuentran acumulando polvo en un cajón. Escucho muy poca música en mi smartphone (una mezcla entre clásicos pop de los ‘80 y soundtracks de videojuegos), y a eso debo añadir un rechazo cada vez más profundo hacia el formato MP3. Sus beneficios originales pierden valor rápidamente, y en esta época con gigabytes enteros en tarjetas de memoria, creo que ese espacio merece ser ocupado por copias más fieles. El problema es que la «calidad» del audio es apenas un tercio de la ecuación. El hardware reproductor debe estar a la altura de las circunstancias, y lo mismo se extiende a los auriculares. Dicho de otro modo, no sirve de nada escuchar la edición limitada de Random Access Memories de 24 bits y 88.2 KHz en FLAC si usamos auriculares genéricos de cinco euros.
Así es como aparece el nombre de Marshall. Por supuesto, no voy a iniciar una discusión sobre si es buena marca o no (las guerras nucleares a manos de audiófilos son peligrosas), pero lo que sí debo hacer es mencionar a su nuevo smartphone llamado London. Así es, una compañía conocida por sus amplificadores decidió ingresar al mercado de los dispositivos móviles con un smartphone especialmente diseñado para la reproducción de música. Las especificaciones generales del London no son nada del otro mundo: SoC Qualcomm Snapdragon quad-core a 1.2 GHz, 2 GB de RAM, 16 GB internos, pantalla de 4.7 pulgadas con resolución 1080p, ranura microSD, dos cámaras (8 y 2 MP), Android Lollipop 5.0.2 y el clásico batallón de conectividad aparecen como datos principales, pero los «extras musicales» del London son dos parlantes frontales de 13 por 18 milímetros, dos micrófonos para cancelación de ruido, una rueda dedicada como control de volumen (nada de pulsos aquí), un botón de acceso directo a la música (la letra M en la parte superior), dos entradas de 3.5 milímetros para que dos personas puedan escuchar al mismo tiempo, y lo más destacable según Marshall: Un módulo Wolfson WM8281 que en teoría soporta hasta 192 KHz en 24 bits. Cada London viene acompañado por un juego de auriculares Marshall Mode.
Otro aspecto del London es que entrega al usuario un interesante repertorio de aplicaciones no sólo para reproducir música, sino también para grabarla. El precio oficial del smartphone es de 4.995 coronas suecas, algo así como 535 euros. ¿Caro? Eso es algo que deberá juzgar cada usuario. La música es un tema muy personal, y si ya tenemos entusiastas invirtiendo miles en equipo especializado, tal vez el London puede ser lo suficientemente convincente como para pagar lo que Marshall pide. Las primeras entregas, a partir del 17 de agosto.
