Inteligencia artificial, aprendizaje profundo… todos quieren un pedazo del pastel. El potencial es enorme, al igual que el número de aplicaciones, pero cualquier avance superlativo en el software necesita de un salto similar a nivel hardware. Eso nos deja a las puertas de Intel, que acaba de anunciar a Loihi, un chip con la capacidad de imitar al cerebro humano y aprender del feedback que recibe de su entorno, sin entrenamiento clásico.
Cualquiera puede imaginar que el futuro estará repleto de cosas como coches autónomos y reconocimiento visual… pero eso ya existe hoy. Los datos se multiplican, requieren de un análisis cada vez más complejo, y a los sistemas tradicionales se les hace más difícil responder a semejante demanda. Así llegamos al territorio de los ordenadores cuánticos, la inteligencia artificial, el aprendizaje profundo y las redes neurales. Soluciones avanzadas para problemas avanzados que colocan mucha presión en la industria, sin respiro alguno. El cerebro humano es la fuente principal de inspiración, y no son pocos los que buscan reproducir (hasta cierto punto) su funcionamiento. En el pasado hemos hablado sobre varios proyectos a cargo de IBM Research, pero hoy es el turno de Intel y su nuevo chip Loihi.
Loihi lleva más de seis años en los hornos de Santa Clara, pero al mismo tiempo representa varias décadas de estudio en computación neuromórfica. De acuerdo a la descripción oficial, el chip imita la función cerebral aprendiendo a través de varios modos de feedback en su entorno. Loihi utiliza los datos recibidos para hacer inferencias y mejorar sin la necesidad de un entrenamiento convencional. Su diseño se basa en el actual proceso de 14 nanómetros, posee 130 mil neuronas y 130 millones de sinapsis. La fabricación de Loihi comenzará el próximo mes de noviembre, y será tan grande como la uña de un dedo meñique. De momento sólo existen dos prototipos, y aún con viento a favor habrá que esperar dos años para que debute en el mercado.
Loihi es una clara prueba de que Intel desea convertirse en un gigante de la inteligencia artificial. En julio pasado hablamos sobre los módulos Movidius, pero a pesar de la conveniencia que tiene ese formato para los investigadores, la compañía necesita apuntar mucho más alto y ofrecer soluciones muy robustas.