Europa cuenta con su propio radiotelescopio gigante. El instituto ASTRON (Netherlands Institute for Radio Astronomy) ha puesto a punto las primeras 21 estaciones de las 44 que poseerá este increíble dispositivo cuando esté terminado. Desperdigado a lo largo de los Países Bajos, Alemania, Suecia, Francia y Reino Unido, LOFAR (Low Frequency Array) tendrá un área efectiva de un kilómetro cuadrado y observará el Universo en el rango de frecuencias que va desde los 10MHz a los 250MHz. Parece que todo marcha sobre ruedas: las primeras imágenes captadas han dejado a los científicos completamente satisfechos.
LOFAR (Low Frequency Array, o Array de Baja Frecuencia ) es lo que comúnmente llamamos un radiotelescopio. Se trata de un dispositivo capaz de escudriñar el cielo pero en lugar de utilizar las frecuencias correspondientes a la luz visible -como hacen los telescopios “comunes”- LOFAR emplea frecuencias de radio que se encuentran en la amplia franja comprendida entre los 10MHz y los 250MHz. Cuando esté terminado, poseerá un mínimo de 44 estaciones que distribuidas a lo largo de buena parte de Europa que le proporcionarán una superficie efectiva de un kilómetro cuadrado. La construcción de este artefacto está a cargo del instituto ASTRON (Netherlands Institute for Radio Astronomy) y ya se han montado las primeras 21 estaciones. LOFAR posee mayor resolución y sensibilidad que cualquier otro radiotelescopio de su tipo, incluidos los Very Large Array (VLA) y el Giant Meterwave Radio Telescope (GMRT). Para procesar los datos que captan las antenas instaladas a lo largo de los Países Bajos, Alemania, Suecia, Francia y Reino Unido cuenta con un superordenador IBM Blue Gene-L que fue instalado el 26 de abril de 2005 en el centro matemático de la Universidad de Groningen. En el momento de su instalación, este ordenador era el más poderoso de toda Europa.
En lineas generales, los radioastrónomos se han concentrado en observar el universo utilizando ondas de radio de alta frecuencia, pero con LOFAR se podrá aprovechar al máximo el potencial que brindan las frecuencias más bajas, capaces también de proporcionar información muy interesante. Hace algunas semanas, los responsables del proyecto han proporcionado a la prensa las primeras imágenes del cielo tal como lo “ve” el nuevo radiotelescopio. Se trata de una toma en la que puede verse un agujero negro supermasivo situado en la galaxia 3C61.1. Para tener una idea de la resolución que posee LOFAR, se han agregado a la izquierda imágenes capadas por otros dos radiotelescopios más antiguos. No hay dudas que el Low Frequency Array, aún encontrándose en la mitad de su construcción, es capaz de brindar mucho más detalles que sus predecesores.
Según los responsables del proyecto, LOFAR detectará las débiles señales procedentes de estrellas y agujeros negros que tuvieron origen cuando el universo era joven, y también servirá para encontrar -al menos, si existen- señales emitidas por civilizaciones extraterrestres en nuestra región del universo. El Dr. John McKean, del instituto ASTRON, fue el responsable de presentar en el RAS National Astronomy Meeting (NAM) de Glasgow las primeras imágenes obtenidas por el radiotelescopio. “Estamos todavía en la fase de construcción del proyecto, pero aún así hemos conseguido imágenes realmente impresionantes. Nuestras primeras tomas muestran radiogalaxias emitiendo chorros de material desde su agujero negro supermasivo central a velocidades relativistas, que aparecen en las imágenes como manchas calientes. La calidad de las imágenes proporcionadas por LOFAR es simplemente increíble”, dice McKean.
En el futuro, los astrónomos utilizarán LOFAR para estudiar los rayos cósmicos, los púlsares y el campo magnético que poseen las galaxias. Esperan crean un “catálogo” compuesto por los datos de millones de radiogalaxias procedentes de épocas tempranas del universo, que -al menos en teoría- debería ayudarnos a comprender la forma en que estas estructuras se formaron y evolucionaron a lo largo de la historia del universo. “La increíble sensibilidad y resolución de LOFAR está dándonos una visión sin precedentes de cómo nuestro universo ha evolucionado a lo largo de miles de millones de años. Nunca se ha observado con el nivel de detalle de LOFAR la parte de baja frecuencia del espectro electromagnético. Esperamos encontrar tipos de galaxias que no han sido observadas nunca anteriormente”, concluyó McKean.
Que hemos estado demasiados años estudiando la parte mas elevada del espectro cuando lo realmente interesante es la mas baja, claro que tambien porque hasta hace muy poco que no teniamos la tecnologia adecuada para este tipo de observacion.