La espera ha terminado, y el clásico «ritual de septiembre» finalizó. Una vez más, Apple tomó su lugar en el escenario para presentar a los dos nuevos integrantes de la familia iPhone, el iPhone 7 y el iPhone 7 Plus. La estética general de ambos smartphones sigue muy de cerca la línea que observamos en los modelos anteriores, pero las grandes noticias se encuentran dentro de los dispositivos, y también se enfocan en una ausencia sobre la que se especuló durante meses.
El Bill Graham Civic Auditorium ubicado en la ciudad de San Francisco fue el lugar escogido por el gigante de Cupertino para hacer su muy esperada, y ya debería decir «clásica» presentación anual. Hay dos nuevos iPhone en el vecindario, y la magnitud de los cambios dependen de la posición en que se los mire. Es evidente que Apple encontró cierto «punto ideal» con el diseño del iPhone 6s y 6s Plus, y no resulta sorprendente que los nuevos iPhone 7 y 7 Plus tomen muchos elementos prestados de ellos. Las dimensiones generales y el tamaño de las pantallas permanecen intactos (4.7 y 5.5 pulgadas), al igual que la densidad de píxeles y la resolución (1.334 por 750 píxeles en el iPhone 7, mientras que el iPhone 7 Plus es «1080p»), pero los nuevos modelos logran mejorar un poco el brillo, y eliminar entre cuatro y cinco gramos en su peso, sin reemplazar el material. Las «bandas» que representan a la antena de los smartphones son mucho menos prominentes, y la segunda rejilla simboliza la introducción de altavoces estéreo (más detalles sobre el audio adelante).
Otro punto que Apple destacó durante la presentación es el nuevo SoC Apple A10 Fusion. Finalmente, Cupertino se sube al tren del quad-core adoptando una especie de esquema big.LITTLE, bajo el cual encontramos dos núcleos de alto rendimiento, y otros dos dedicados para tareas de menor prioridad. De acuerdo a Apple, el A10 es un 40 por ciento más rápido que el A9 en operaciones de CPU, y un 50 por ciento más potente en el aspecto gráfico. Los nuevos smartphones marcan el fin de los 16 GB de capacidad. El iPhone 7 y 7 Plus ofrecen una base mínima de 32 GB, y con este cambio, Apple también decidió retirar a la variante de 16 GB en los modelos 6s y 6s Plus, dejando como única opción al iPhone SE con pantalla de cuatro pulgadas. La cámara principal continúa en el territorio de los 12 megapíxeles, mientras que la cámara frontal FaceTime HD se eleva a 7 megapíxeles. En el caso específico del iPhone 7 Plus, Apple prefirió instalar dos lentes, habilitando un zoom óptico 2X, o 10X cuando es digital.
Si regresamos por un momento al aspecto físico de los smartphones, Apple logró mejorar la categoría de protección a IP67, o sea que pueden resistir polvo, salpicaduras, y breves inmersiones (lo recomendable es no poner eso a prueba, nunca). Esta protección adicional es apenas una de varias razones por las que en Cupertino tomaron una decisión muy controvertida, que fue siendo revelada a través de rumores y filtraciones en los últimos meses. Tanto el iPhone 7 como el iPhone 7 Plus eliminan al tradicional conector de audio de 3.5 milímetros. La compleja tarea de anunciar y justificar el retiro estuvo a cargo del vicepresidente senior de Apple Phil Schiller, quien habló sobre «un acto de coraje» por parte de la compañía. También indicó que el futuro del audio «es inalámbrico», lo que da lugar al nuevo set de auriculares sin cables AirPods, con un costo de 159 dólares, una autonomía de cinco horas, y un cargador especial con una batería interna que dura 25 horas. Por otro lado, el objetivo de Apple es presionar en la adopción del puerto Lightning como estándar para auriculares en el iPhone (lo que implica un mayor número de fabricantes pagando la licencia correspondiente), porque la compañía ya no puede justificar «un puerto de un solo uso» cuando hay varias mejoras futuras compitiendo por espacio dentro del smartphone, sin embargo, no todo está perdido. Los dos smartphones incluyen un nuevo juego de auriculares con conector Lightning, y un adaptador de 3.5 mm a Lightning con su propio DAC. El tiempo dirá cómo es la calidad final del audio a través de ese adaptador, y por lo que presentan las imágenes, no será posible recargar el smartphone «y» usar el adaptador al mismo tiempo.
El último cambio físico a mencionar (por el momento) es el nuevo botón sólido de inicio. Dicho de otro modo… no hay botón, sino un sensor que responde al comando del usuario y transmite una respuesta física a través del Taptic Engine. Las sensaciones que varios sitios especializados han descrito al usar el nuevo «botón» de inicio van desde lo «discorde» hasta lo «chocante». Es probable que la modificación esté asociada al nuevo índice IP67, y para evitar incidentes como el famoso «error 53» que afectó a muchos usuarios en los últimos meses. El botón de inicio «mecánico» fue un punto de falla bastante frecuente, pero sabremos mucho más sobre esta nueva solución una vez que se haga el «teardown» del iPhone 7. ¿Cuánto cuesta? 649 dólares en su versión estándar, y 769 dólares en su variante Plus. De este lado del charco… 769 y 909 euros respectivamente. La preventa comienza mañana.