¿Cuánta mala suerte deberías tener para que un meteorito impacte sobre tu propiedad? De acuerdo con los expertos, la respuesta es «mucha», pero si hay algo que nos enseña la historia es que no se trata de un evento imposible. Durante los últimos 200 años se han registrado docenas de incidentes que involucran a piedras espaciales practicando tiro al blanco con casas, carros, coches, buzones, y la ocasional cabeza de ganado. Estos incidentes también incluyen reportes de personas muertas, sin embargo, nunca se logró obtener confirmación…
Aunque no se trata precisamente de un meteorito, la estación espacial Tiangong-1 tiene al mundo entero mirando hacia arriba por el simple hecho de que nadie sabe con exactitud dónde y cuándo va a caer (hasta las autoridades chinas se equivocaron). La última información disponible sugiere que varias de sus piezas poseen la densidad suficiente para resistir el proceso de reentrada a la atmósfera, que podría llevarse a cabo entre el 30 de marzo y el 2 de abril. En el peor de los casos, estamos hablando de proyectiles con una masa de 100 kilogramos, y por más que los expertos indiquen una probabilidad «extraordinariamente baja» de que uno de ellos impacte a una persona… la preocupación existe. Sólo basta con recordar lo que sucedió en Chelyabinsk a principios de 2013, y repasar algunos incidentes que dejaron a ciertos meteoritos demasiado cerca de la gente.
El pequeño portal International Comet Quarterly posee una simple base de datos con docenas de entradas vinculadas a impactos de meteoritos. Una de esas entradas nos recuerda al famoso meteorito de Peekskill, que cayó en la ciudad del mismo nombre en octubre de 1992, perforando parte del maletero de un Chevrolet Malibu. Después aparece el meteorito de Barwell, que en Nochebuena de 1965 golpeó a este pequeño pueblo inglés, causando daños menores en varias casas, y atravesando por completo el motor de un coche (algo que el seguro se negó a reconocer por considerarlo «un acto de Dios»).
Las entradas más antiguas preceden incluso a Tunguska, donde se supone que murieron dos personas pero jamás se logró verificar. Un caballo muerto en New Concord (Ohio, 1860), un hombre muerto y una mujer herida en Oriang (India, 1825), y una vaca muerta en Macau (Brasil, 1836) forman parte de la lista. España, Perú, Filipinas, Japón, Australia, China, Siria, Rumania… los meteoritos no discriminan, y como dice cierto meme, nos preguntan: «¿Y cómo van esos programas espaciales?»
