En 1903, la humanidad aprendió definitivamente a levantar los pies del suelo y alcanzar el cielo. 40 años después, utilizó ese conocimiento para definir el destino del mundo. Los aviones cambiaron por completo la forma de hacer la guerra, pero también se instaló la necesidad de entrenar pilotos a gran velocidad. La solución ya llevaba más de diez años en existencia: Link Trainer, el primer simulador de vuelo práctico con una configuración analógica, que usaba una combinación de válvulas, bombas, y fuelles.
La historia nos dice que en 1910, la compañía Antoinette y el ejército francés crearon al Tonneau Antoinette, precursor del simulador de vuelo como lo conocemos. En esencia, el mecanismo era un barril cortado en dos, con una mitad sobre la otra, y una serie de largueros que los instructores usaban para «desestabilizar al avión» o reproducir movimientos.
Sin embargo, la evolución tecnológica en el mundo de la aviación fue impresionante. Antoinette terminó en bancarrota apenas dos años después, la Primera Guerra Mundial fue el primer conflicto a gran escala en utilizar aviones, y con cada nueva generación, su complejidad aumentó. En la Segunda Guerra, volar por instrumentos se convirtió en una necesidad y una obligación, y a la hora de entrenar pilotos, las principales fuerzas giraron hacia el Link Trainer, el primer simulador de vuelo.
Link Trainer: El simulador de vuelo que entrenaba pilotos en la Segunda Guerra
El último vídeo publicado por Tom Scott hace un repaso breve pero muy efectivo del Link Trainer y sus principales características. Su creador Edwin Link adoraba a los aviones, sin embargo, no tenía los fondos para pagar lecciones de vuelo. En el curso de 18 meses construyó su simulador, adaptando recursos del negocio familiar, dedicado a la fabricación de órganos y pianos. El primer modelo del Link Trainer debutó en 1929, pero fue en 1934 que realizó sus primeras ventas al USAAC (United States Army Air Corps), luego de demostrar que los pilotos podían ser entrenados para volar en condiciones adversas, y evitar tragedias como la del «Escándalo del Correo Aéreo» de ese año.
El Link Trainer es completamente mecánico-analógico, con fuelles, válvulas, bombas y soportes de diferentes tipos. A simple vista parece un juego sacado de un parque de dimensiones, pero puede imitar todo lo que un avión hace, especialmente en materia de instrumentos. Queda apenas un puñado de Link Trainers alrededor del mundo (llegaron a ser adoptados incluso por Japón y la Unión Soviética), y la unidad a la que Tom accedió en el Museo de Ciencia y Tecnología de New York sólo se abre al público en ocasiones aisladas, y sus instrumentos no funcionan. ¿Por qué? Porque los modelos originales fueron pintados con radio, y ya sabemos bien lo que hace esa sustancia…