Desconocido por casi todos los beneficiarios de sus servicios, el programa Lincoln Near-Earth Asteroid Research (LINEAR) se encarga de localizar y efectuar un seguimiento sistemático de los asteroides cercanos a nuestro planeta. Desde su puesta en marcha en 1998 ha descubierto cerca de 300 mil objetos de este tipo, y le sigue el rastro a más de cinco millones de ellos. Lo más asombroso de este sistema, que ya ha encontrado unos 2100 asteroides cercanos a nuestro planeta, es que utiliza telescopios robóticos para realizar su tarea.
La industria del cine ha embolsado cantidades obscenas de dinero llevando a la pantalla las catástrofes que podríamos enfrentar en caso de que un asteroide impactara contra nuestro planeta. Sin embargo, a la hora de destinar fondos para la detección real de estos objetos siempre aparece alguna excusa que impide la puesta en marcha de proyectos que -a la vista de los hechos- deberían considerarse simplemente como indispensables. Por increíble que parezca, y a pesar de todo lo que Hollywood nos ha sugerido, si un asteroide con un diámetro de entre unas decenas de metros hasta un par de kilómetros se dirigiese a la Tierra, no lo veríamos hasta que fuese demasiado tarde. Salvo que tuviésemos la increíble suerte que pasase justo por frente de alguno de los grandes telescopios que poseemos en tierra o en el espacio, recien nos enteraríamos de su existencia cuando impactase contra la atmósfera. Cuando eso ocurra, solo dispondríamos de uno o dos segundos antes de que el pedrusco llegue al piso. Pero no importaría: dada la velocidad con la que se desplazan, el aire debajo del asteroide se comprimiría como ocurre dentro de un pistón (la velocidad es tan grande que la atmósfera no alcanza a “apartarse” del camino del meteoro), elevando su temperatura varios miles de grados. Todo lo que hubiese debajo del punto de entrada se volatilizaría instantáneamente.
Pero aún en el caso de que lo veamos venir y dispongamos de algunos meses de plazo para el impacto, nada podemos hacer. Hoy no tenemos -a pesar de que en las películas se utilizan todo el tiempo- ningún tipo de misil capaz de funcionar fuera de nuestra atmósfera. Sin embargo, y a pesar de este oscuro panorama que acabamos de pintar, desde hace unos 15 años un proyecto llamado LINEAR (por Lincoln Near-Earth Asteroid Research), en silencio y casi desconocido para el ciudadano de a pie, se encarga de localizar y efectuar un seguimiento sistemático de los asteroides cercanos a la Tierra. Es un programa único en todo el planeta, y fue ideado en la década de 1970. En efecto, las primeras pruebas de este sistema se realizaron en 1972 (tres años antes de que existiese algo como la Altair 8800), aunque recién en los primeros años de los 80 se construyó el primer prototipo. El programa comenzó a operar en 1996, con un telescopio de un metro de apertura. Los avances de la tecnología permitieron que entre Marzo y Julio del año siguiente se probase un sensor CCD de 1.024 x 1.024 píxeles (mucho más modesto que el de cualquier cámara digital actual), descubriéndose rápidamente cuatro asteroides cercanos a la Tierra. En octubre de ese mismo año se lo reemplazó por uno de 1.960 x 2.560 píxeles. A partir de ese momento, las mejoras fueron constantes, y se agregaron nuevos telescopios.
El sistema, que funciona de manera automatizada utilizando telescopios robóticos, es responsable de la mayor parte de los descubrimientos de asteroides desde 1998. Extrañamente, en el sitio oficial solo se pueden ver las estadísticas de su trabajo hasta el año 2007, momento en el que se había registrado el descubrimiento de unos 226.193 nuevos objetos, 2.019 de los cuales son asteroides cercanos a la Tierra y 236 cometas. El sistema se encuentra bajo el control conjunto de la NASA, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y el Laboratorio Lincoln del MIT. Los telescopios están emplazados en el desierto de Nuevo México, un sitio alejado de las potentes luces de los núcleos urbanos. A pesar de la importancia de este programa y de su éxito -cerca del 60% de los asteroides cercanos a la Tierra han sido detectados gracias a LINEAR– posee un presupuesto de solo 4 millones de dólares anuales.
Yo alguna vez pensé en hacer algo como esto para capturar fotos de ovnis, eventualmente (no creo q el tema sea absolutamente mentira).
Imaginen una camara tipo "bridge" pero interfaceada a un pc con análisis de imágenes (hay cámaras de 16Mpx con zoom de 30x, ráfagas de 8fps), inicialmente escanenado un área del cielo con el zoom en 24mm (campo amplio). En tpo real vía usb el pc va recibiendo digamos 4 u 8 cuadros por segundo desde la cámara, el software identifica objetos que van variando su posición, podría ser un pájaro en la distancia o algo, más interesante, un objeto con brillo metálico o algunos pixeles muy luminosos. En ese momento mediante motores paso a paso de precisión la cámara es volteada directamente al objeto a estudiar, aumenta el zoom a tope (850mm ó casi 18 aumentos a 16Mpx) y retroalimenta al software del pc para mantener el objeto encuadrado, tira ráfagas de fotos al objeto hasta que se pierda en el horizonte o sea de poco valor testimonial (2pixeles?). Una torre así caza-marcianos funcionando en una colina en las afueras de una ciudad, con un pc que guarda eventos probables de naves marcianas. Podría hacerse quizás, faltarían los puros platos volantes diuspuestos a posar.
#1 Vergaaaaa!! que ingenioso!! e incluso a ese sistema se le puede dar otros usos!!
que loko