Desde hace más de diez años, LimeWire se ha presentado como una alternativa muy popular entre los varios clientes existentes para operar en redes de intercambio de archivos. Una enorme cantidad de usuarios recurrían a esta utilidad para incrementar sus ya de por sí masivas bases de datos de música, pero de ahora en adelante, ya no podrán hacerlo: LimeWire perdió su juicio contra la siempre presente RIAA, y un juez federal ordenó la suspensión inmediata de todas las operaciones. Otro cliente que cae, otro ciclo que se cierra.
¿Cuántos servicios de intercambio de archivos han surgido? ¿Cuántos han desaparecido? Algunos simplemente pierden la popularidad que los catapultó a la fama, mientras que otros son desactivados por medios legales. Probablemente Napster y el Audiogalaxy original son los que más presentes tenemos en nuestras mentes, pero también ha habido otros casos, como por ejemplo el de la red Kazaa. En estos días tenemos redes como BitTorrent, y clientes como eMule y Ares Galaxy, pero el avance de la descarga directa es cada vez mayor. Los usuarios intercambian cada vez más archivos, y las autoridades poco pueden hacer para detener el proceso, salvo atacar directamente a aquellos "focos" a los que consideran más importantes. Todos recordarán a la perfección el caso de The Pirate Bay: Los responsables del sitio perdieron el juicio, aún sin ofrecer ni un solo archivo con copyright, y a pesar de todo, el portal sigue operando.
Esta vez le ha llegado el turno a LimeWire, un cliente basado en la red Gnutella que ha estado entre nosotros desde el año 2000. Todo comenzó hace unos pocos meses, cuando la "Recording Industry Association of America", mejor conocida como RIAA, solicitó a una corte del distrito de New York la desactivación total del cliente LimeWire, ya que es utilizado para llevar a cabo masivas violaciones de copyright tanto de audio como de vídeo. Durante el día de ayer se hizo oficial un comunicado en el que un juez federal avaló la petición de la RIAA, y ordenó de forma inmediata que LimeWire suspenda toda operación de carga, descarga y búsqueda de archivos, junto con la oferta de su cliente. La orden tiene carácter de permanente, por lo cual se podría decir que con esto, LimeWire ha dejado de existir.
El siguiente paso para la RIAA es determinar la clase de "daño" generado por LimeWire a través de un nuevo juicio que se llevará a cabo en enero próximo. Obviamente, el interés está en calcular qué clase de "daño económico" causó LimeWire, para luego exigir la compensación correspondiente. Aún con todo esto, desde un punto de vista general en materia de intercambio de archivos, la caída de LimeWire es casi irrelevante. El objetivo de la RIAA es claramente retroactivo, porque en estos últimos tiempos la red Gnutella se ha convertido en un paraíso de archivos falsos y malware camuflado, mientras que LimeWire no es más que un cliente para dicha red. Lo único realmente preocupante es que esta victoria le puede dar a la RIAA el empuje suficiente como para empezar a atacar a otras redes de intercambio, y otros clientes, al estilo de eMule y uTorrent.