Muchos países han implementado la prohibición de las lámparas incandescentes con el objetivo de orientar las preferencias de la población hacia alternativas que requieren de menos energía. Lámparas de bajo consumo, halógenas, y con tecnología LED se han instalado en el mercado, cada una con sus “pro” y sus “contra”. Sin embargo, lo que proponen los desarrolladores de LIFX es algo muy diferente: Además de trabajar como una lámpara LED normal, LIFX le permite al usuario tomar el control total sobre el funcionamiento de cada lámpara, incluyendo color e intensidad, y todo gracias a una conexión WiFi y un smartphone.
La iluminación de un espacio requiere de una evaluación un poco más profunda de lo que se cree. No todo se reduce a opciones de bajo consumo y costos de instalación. Al fin y al cabo, es el usuario (y sus preferencias) quien dicta los resultados finales. Con una demanda cada vez mayor, es lógico que se busque reducir y economizar, pero también entiendo a aquellas personas que prefieren dejar una pequeña lámpara encendida en una habitación, ya sea por comodidad o simple costumbre. He escuchado múltiples comentarios de personas mayores que critican a las lámparas de bajo consumo por “no tener luz suficiente” o por convertir la sala de estar en una oficina con su iluminación fría (hay veces en las que las versiones cálidas son difíciles de obtener). Y también están quienes consideran que las soluciones actuales son limitadas e inadecuadas. Para ellos, tal vez algo como esto funcione.
A simple vista, LIFX parece una lámpara LED como otras tantas que hay en el mercado. Sin embargo, se trata de un desarrollo mucho más avanzado. Cada lámpara LIFX puede ser controlada desde un smartphone a través de WiFi, y cuando decimos “controlada” no nos limitamos a su función básica de iluminación. En primer lugar, el usuario puede cambiar el color de una lámpara LIFX, con lo cual es posible crear un ambiente acogedor para descansar o realizar una lectura ligera. Otro aspecto muy importante de LIFX es que puede atenuarse, algo usualmente incompatible con muchas lámparas de bajo consumo. LIFX funciona como sistema de notificaciones haciendo parpadear las luces en un color determinado, y su iluminación también puede programarse, algo ideal para los cuartos de los más pequeños que demandan una luz encendida hasta tarde.
Las lámparas LIFX son capaces de variar su iluminación y color de acuerdo a la reproducción de audio que se esté llevando a cabo, lo cual le da un potencial importante a nivel comercial, ya sea en bares o clubes nocturnos. LIFX fue presentado como un proyecto a través de Kickstarter, y su popularidad ha sido tal que en apenas dos días ya triplicó la inversión requerida por sus desarrolladores para llevar el producto a buen puerto. Con una inversión de 69 dólares (más cinco dólares de envío), cualquier interesado puede acceder a una lámpara LIFX, y como era de esperarse, el costo por unidad desciende con una inversión mayor. Aunque 69 dólares pueda parecer una suma agresiva en un principio, no hay que dejarse engañar por el número, ya que en algunos países es el monto que se abona por una lámpara LED estándar. El acceso a la aplicación será gratuito, y también habrá un SDK. A este ritmo, no quedan dudas de que LIFX deberá ser agregado a nuestra lista de proyectos millonarios.