Los sistemas de comunicación electrónicos y las funciones de autocorrección no sólo están provocando que haya más faltas de ortografía, sino que se corrigen rápidamente, tanto que en la mayoría de los casos nunca se sabe cuál fue el error. Al mismo tiempo, la “atrofia” asociada al uso del teclado hace que una caligrafía relativamente decente se convierta en una pesadilla de curvas imposibles de comprender. Para aquellos padres que batallan con las faltas de ortografía de sus hijos, o los que desean mejorar la calidad de su letra, llega Lernstift, un bolígrafo que tiene la capacidad de reconocer los errores de escritura, y comunicarlos al usuario con una vibración.
Por suerte, nunca fui alguien con problemas de faltas de ortografía en la escuela. No niego que el uso del teclado da espacio al “typo” ocasional, y ante cualquier duda el diccionario es un excelente aliado. Pero lo que sí me provocó el teclado es que mi letra se parezca a una serie de jeroglíficos escritos bajo la influencia del alcohol. Estoy seguro que uno de esos cuadernos de caligrafía que sembraron dolor en nuestros corazones a puro plumín y tinta podría ayudarme a restaurar mi caligrafía, pero en el caso de los más pequeños con letra ilegible y dificultades de ortografía, tal vez sea necesaria una alternativa un poco más amigable. Requiere una buena dosis de tecnología, integrada directamente sobre el bolígrafo.
El proyecto ha sido bautizado como Lernstift, que significa “pluma de aprendizaje” en alemán. La idea es que este bolígrafo vibre en el momento en que el usuario comete un error. La ventaja principal de Lernstift sobre otros desarrollos similares es que no requiere ninguna conexión o papel especial para reconocer los movimientos. De hecho, Lernstift reporta errores incluso si se escribe en el aire. Básicamente, el Lernstift tiene un ordenador integrado que utiliza a Linux como sistema operativo, acompañado de un sensor de movimiento, un módulo de vibración y soporte WiFi. En total, Lernstift opera bajo dos modos, uno de ortografía para detectar fallas, y el otro de caligrafía, que ayuda a los más pequeños a mejorar la calidad de su letra. Como si eso fuera poco, el usuario puede alterar el tipo de escritura en Lernstift, y usarlo como pluma estilográfica o un bolígrafo convencional.
Lernstift ya tiene su lugar en Kickstarter, y sus desarrolladores necesitan poco más de 180 mil dólares para llevarlo a una fase de producción masiva. La contribución más baja que da acceso a un Lernstift es de 150 dólares, y hasta ahora han recaudado el 15 por ciento de lo que necesitan, lo cual demuestra que más allá del noble objetivo que tiene el proyecto, un bolígrafo de 150 dólares es una venta difícil. Otro aspecto para considerar es que Lernstift debería agregar una opción para utilizar un lápiz como punta. Hay veces en las que parte del problema para un pequeño está en la transición del lápiz al bolígrafo, y una punta basada en un lápiz podría hacer más sencillo el proceso.