¿Por qué esperar hasta el año 2015 para poder disfrutarlas? ¿Quién no recuerda a Marty McFly colocándose este calzado sentado en el mítico De Lorean? Utilizando un Arduino Duemilanove, un par de servomotores, baterías y mucha inspiración, una joven apasionada por la electrónica ha logrado dar su primer paso hacia el futuro de los calzados deportivos. Con la incorporación de un sistema automático capaz de ajustarse y mantener la sujeción al pie a cada paso, esta simple idea puede despertar la imaginación de muchos diseñadores que, utilizando la magia de la mecatrónica moderna, pueden alcanzar de manera sencilla aquella ficción cinematográfica. Por ahora esta niña ha construido una unidad para un solo pie pero esperamos muy pronto verla con el conjunto completo. ¿La ayudas a culminar su construcción?
Sin duda alguna esa escena es uno de los íconos de la (por ahora) trilogía Volver al Futuro. La idea de un calzado deportivo que pueda ajustarse de manera automática al pie de una persona puede haber parecido muy loca hasta hace poco tiempo. Sin embargo, una joven entusiasta de la electrónica se ha dado el gusto de adaptar ella misma un calzado (por ahora un solo pie) y convertirlo en lo más parecido que se haya visto al modelo utilizado por Marty McFly. En la Web se pueden encontrar muchas imitaciones que en verdad se ven sorprendentes e idénticas, pero Blake Bevin es una las primeras personas que ha hecho realidad la idea de un ajuste automático de los cordones de sujeción con sólo introducir su pie en el calzado. Observa su prototipo en acción:
El concepto utilizado por Blake Bevin es muy interesante y la ubicación de los materiales empleados en la construcción es muy estratégica. Dos servomotores convencionales están sujetados mediante precintos plásticos junto a un compartimiento dedicado a albergar la batería de 9 Volts que impulsará a todo el sistema. Luego de esto, encima de los servomotores, viene instalado el módulo Arduino y un módulo dedicado al control y manejo de motores de corriente continua, tal como se puede observar en la imagen inferior. Préstale atención también a los agradecimientos finales del video de demostración y encontrarás la Web que distribuye y vende las placas utilizadas como un KIT educativo. Esto explica el uso del módulo Arduino sumado a una placa “extra” para controlar motores de corriente continua cuando, en la realidad, con el módulo Arduino sería más que suficiente para controlar el sensor de presión que se ubica en el apoyo del talón (dentro del calzado), los dos servomotores y el “interruptor” tan especial que Blake Bevin ha adoptado en su modelo.
El cable rojo que se destaca en la imagen derecha en forma de espiral hace las veces de “interruptor táctil” para el sistema. Blake Bevin descubrió que tocando ese conductor podía activar el sistema para cambiar la posición de los servomotores y lo ha colocado en forma artística para ajustar y desajustar su modelo exclusivo. Por supuesto que este no es el método más ortodoxo para realizar este procedimiento pero ella lo ha encontrado simpático y eficaz. Los delgados cables azules que salen desde el interior del calzado y se conectan a la placa controladora provienen desde el sensor de presión (ubicado en la zona del talón) y conectan además hacia el LED verde que se encuentra en el lateral externo del calzado de modo que al encender o apagar este LED sea siempre visible al ser activado el sistema de ajuste.
Los cordones que cumplen la misión de ajustar el calzado al pie obtienen tensión o aflojan su postura mediante el movimiento de los servomotores principales, ubicados en la parte trasera del calzado. Un conjunto de cinco cordones ajusta la parte del empeine del pie mientras que un único hilo se encarga de la parte alta (a la altura del tobillo). Mediante el programa cargado en el módulo Arduino, los servomotores ajustan o desajustan en sincronía los cordones de acuerdo a la acción de ejercer presión con el peso del cuerpo sobre el sensor ubicado en la parte de apoyo del talón o según el toque mágico sobre el cable rojo en forma de espiral. Dejando de lado que los colores del calzado de Blake Bevin en nada se parecen a los que se vieron en la película, esto es lo más parecido a aquellas épicas tenis que utilizara Marty McFly para caminar en el futuro. Una buena idea sería seleccionar un buen par de Hyperdunks, como las que usan Paul Gasol y Kobe Bryant en la NBA, e invitar a Blake Bevin a completar y optimizar el proyecto. ¿Tú que opinas?
