Lisandro Pardo
Una de las frases más antiguas y populares nos dice que no debemos juzgar a un libro por su portada… pero sería un error muy serio negar el poder de un buen diseño para llamar la atención. El problema es que algunos autores parecen ignorar este detalle por completo, y ante la falta de recursos para contratar a un artista profesional, deciden hacer el intento ellos mismos. Eso ha transformado a Amazon en un catálogo repleto de portadas de libros dignas de una sesión de Paint, o con dibujos a mano alzada con una calidad… cuestionable, por así decirlo.
Un «truco» que suelen aplican las editoriales al publicar libros que poseen una adaptación al cine es usar una imagen extraída de la película. Lo he visto en casos como «Do Androids Dream of Electric Sheep?» (Blade Runner), «Ready Player One», «The Hobbit» y «The Lord of the Rings», «The Road», y muchos, muchos más. Por lo general, rechazamos esas versiones. Aún cuando sabemos que el libro es bueno (o viene cargado de excelentes recomendaciones), no podemos evitar juzgarlo por su portada.
Ahora, observa estas portadas en Amazon. Tal vez una de ellas esconda a la gran joya literaria del siglo XXI, una historia tan rica y profunda que debería ser estudiada en escuelas y universidades, pero una cosa es segura: Con esos diseños, es probable que nadie la encuentre jamás. Al mismo tiempo, existe otra posibilidad… y es que si escriben libros como dibujan portadas, lo mejor sería mantener distancia.
