La espera se terminó. Los rumores han quedado atrás. Después de haber seguido una rígida estrategia publicitaria (la cual fue frustrante en varias ocasiones), AMD presentó a los tres integrantes de la nueva serie Radeon RX Vega de tarjetas gráficas. Con la adopción de memoria HBM2 y un bus de 2.048 bits, el plan de Sunnyvale es iniciar su asalto al mercado del high-end, completamente dominado por Nvidia en estos momentos…
Mientras que su división de procesadores atraviesa una etapa muy positiva, la sección de AMD dedicada a las tarjetas gráficas tiene algunos detalles por resolver. Si bien es cierto que el aspecto económico se mantiene firme gracias a la nueva fiebre del Ether y la escasez de modelos en el mercado, no podemos negar que los jugadores se sienten un poco irritados frente a toda esta situación. La consecuencia es un mayor número de ordenadores ensamblados con procesadores Ryzen… y alguna variante de la serie GeForce 10 que ofrece Nvidia. El sexteto 1050-1050Ti-1060-1070-1080-1080Ti es extremadamente popular, y eso no debería cambiar en el corto plazo, a menos que lo nuevo de AMD cumpla con la expectativa más crítica, que es un buen equilibrio precio-rendimiento.
Ese es el gran objetivo de las nuevas Radeon RX Vega. Después de lo que fue un «soft launch» bastante modesto para la Frontier Edition, ahora nos encontramos con la Radeon RX Vega 56, la Radeon RX Vega 64, y la la Radeon RX Vega 64 Liquid. Los tres modelos presentan un bus de 2.048 bits, 8 GB de memoria HBM2, y 12.500 millones de transistores. La Vega 56 trae 3.585 procesadores Stream, 224 unidades de textura, una frecuencia base de 1.156 MHz, y un modo Boost de 1.471 MHz. Las únicas diferencias entre la Vega 64 y su variante con refrigeración líquida se manifiestan a través de sus frecuencias y el TDP. La versión estándar viene configurada a 1.247-1.546 MHz, mientras que Liquid empuja esos números a 1.406-1.677 MHz. La cantidad de procesadores Stream es idéntica (4.096), al igual que las unidades de textura (256). Los TDP de estas tres tarjetas no son muy amigables que digamos: En el caso de la RX Vega 56 asciende a 210 vatios, y las dos variantes de RX Vega 64 llegan a 295 y 345 vatios respectivamente.
Me temo que aún no hay benchmarks disponibles, y todo parece indicar que la prensa especializada deberá esperar a que la fecha de lanzamiento esté un poco más cerca, que dicho sea de paso, es el próximo 14 de agosto. En cuanto al esquema de precios… puedo decir con seguridad que AMD nos complicó la vida. Si quieres una RX Vega 56 o una RX Vega 64 estándar, eso es fácil: Cuestan 399 y 499 dólares. Ahora, si el plan es obtener la versión con refrigeración líquida, el usuario está obligado a comprarla en un «bundle» que entrega dos juegos, y descuentos para un procesador Ryzen 7, una placa base, y un monitor Samsung compatible con FreeSync. Cortando por lo sano, la Vega 64 con watercooling vale 699 dólares. ¿Por qué sigue este camino AMD? Las hipótesis son dos: La primera sugiere que Sunnyvale quiere ofrecer al combo Ryzen-Vega-FreeSync como una experiencia completa, y lo que busca es facilitar el acceso. La segunda es que los «bundles» sirven de obstáculo para los mineros. Lo sabremos después del 14, pero con esos TDP, Vega tal vez no sea una buena opción en Ethereum.