«Muerte por autorretrato». Imagen ese título en un periódico o un canal de noticias. Tal vez lo primero que nos venga a la mente es un comentario relacionado a lo que pasaba por la cabeza de la víctima, pero a decir verdad, las llamadas selfies toman más vidas de lo que aparenta. Recientemente se han publicado varias estadísticas sobre las muertes por autorretratos alrededor del globo, y aunque son pocas en comparación con otras causas, algunos de los datos que surgen de ellas llaman poderosamente la atención…
Toda actividad que demuestra una explosión de popularidad tarde o temprano desarrolla una cuota de accidentes asociados, que en ciertos casos pueden ser fatales. Practicar un deporte, conducir un vehículo especial, visitar un lugar específico… y aunque parezca mentira, tomar autorretratos. En más de una ocasión nos hemos cruzado con un vídeo de YouTube en el que alguien se tropieza o termina de cabeza en una fuente debido a que no logra quitar sus ojos del smartphone. Cualquier distracción puede tener consecuencias serias, pero la diferencia aquí es que tomar una selfie es algo deseado por la víctima en cuestión. Las muertes por autorretratos ya son tantas, que resulta posible generar estadísticas precisas, de las que surgen aspectos como género, edad, y «causas directas».
La gente de Priceonomics explica que desde el año 2014, las selfies se han cobrado un total de 49 víctimas. 36 de ellas, o el 73.5 por ciento, fueron masculinas, lo que nos habla de una búsqueda profunda de «selfies extremas» entre los hombres. Uno de los ejemplos más contundentes es el del usuario «drewsssik» en Instagram (nombre real Andrey Retrovsky), un ruso de 17 años que cayó desde un noveno piso tratando de actualizar su perfil con otro intenso autorretrato. Precisamente, esta pérdida refleja dos detalles críticos: La mayoría de los muertos son muy jóvenes, con un 27 por ciento perteneciente a la banda de los 21 años, y la causa directa número uno (16 muertes) es la caída al vacío, seguida de cerca por el ahogamiento (14 muertes). El total de víctimas sólo en el año 2015 ascendió a 28, número que coloca a las selfies a la par del skateboarding, y muy por arriba de los ataques de tiburones (8 muertes anuales).
Esto nos lleva a la clasificación por país. ¿Dónde ocurre la mayor cantidad de muertes por autorretratos? Al tope de esta desdichada lista aparece India, con 19 víctimas. Luego le sigue Rusia, con siete muertes registradas, y Estados Unidos con cinco. El caso de la India es muy particular: De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, en ese país mueren 86.000 personas ahogadas cada año, y frente a factores como la falta de seguridad y de preparación para asistir a las víctimas, la búsqueda de la selfie perfecta no hace más que amplificar el potencial de riesgo. Esta trágica situación obligó a las diferentes autoridades locales a implementar «zonas sin selfies», mientras que en Rusia, su Ministerio de Asuntos Internos lanzó una campaña oficial alentando la toma responsable de autorretratos.
Por supuesto, el problema no se limita a la decisión de cada persona que arriesga su vida por una foto. La «mentalidad» actual de la Web, la búsqueda constante de aprobación, la necesidad de demostrar al resto que tenemos una vida llena de emociones, y una nueva era de «narcisismo 2.0» son partes fundamentales de esta ecuación mortal, pero a pesar de la pérdida de vidas y de las posteriores advertencias, algo nos dice que la gente va a seguir tomando selfies en situaciones peligrosas…