El gran filósofo Snake Plissken dijo que «cuanto más cambian las cosas más siguen igual», y eso es especialmente cierto en el universo de las impresoras. Estas criaturas malignas pueden incorporar nuevas funciones y presentar diseños avanzados, pero al final del día continúan con sus viejos, malos hábitos. La atención gira una vez más hacia Epson, que recibió un poco de fuego en Twitter por su «famoso» sistema de esponjas, el bloqueo anticipado de la impresora, y la imposibilidad de los usuarios para obtener repuestos…
¿Somos dueños de nuestras impresoras?
Se trata de una historia clásica que se ha repetido durante años, e incluso sirvió de pieza inicial para un famoso documental: Una impresora de marca Epson está funcionando sin mayores inconvenientes… hasta que deja de hacerlo. La advertencia del software indica que «ciertas partes» dentro de la impresora han llegado al límite de su vida útil, pero en realidad, no es una cuestión de desgaste. La impresora está programada para auto-bloquearse después de superar una cantidad fija de impresiones.
Una de las últimas víctimas de esta «estrategia» fue Mark Tavern, profesor de la Universidad de New Haven. Al parecer, su esposa posee una impresora Epson «muy costosa» que simplemente anunció el fin de su vida útil, y se detuvo. ¿Las únicas opciones? Pagar por un servicio técnico, o comprar otra unidad. Con más de 5.000 likes y casi 800 retweets, la pregunta es obvia: ¿Por qué sigue pasando esto?
La explicación oficial
La página de soporte de Epson (que recibió algunas modificaciones en los últimos días) ofrece la misma respuesta enlatada: Las «partes» no son más que una serie de esponjas encargadas de «recolectar, distribuir, y contener» la tinta que no se utiliza durante el proceso estándar de impresión. La configuración original de la impresora, los ciclos de limpieza y la impresión de fotografías borderless generan desperdicio, y eso tiene que ir a alguna parte. De lo contrario, la impresora podría sufrir una fuga de tinta (que dicho sea de paso, es un evento horrible).
En su nueva actualización, Epson agrega que «la mayoría de los usuarios» no verá el mensaje bajo «escenarios normales de uso», y hoy ofrece cuatro alternativas: Una «herramienta de reset de un solo uso» que ayudará a sus clientes estadounidenses a continuar las impresiones por un tiempo limitado, números de contacto para un «servicio de reemplazo de esponjas», un enlace para buscar «técnicos certificados» locales, y un programa de reciclaje.
Epson no está en soledad…
Lamentablemente, estas prácticas no son exclusivas de Epson. Algunos de nuestros lectores sin duda recordarán el escándalo de HP con su bloqueo de cartuchos llenos para aquellos usuarios que abandonaron el sistema de suscripción, mientras que Canon debió pelear contra su propio DRM porque los nuevos cartuchos oficiales con piezas alternativas (cortesía de la escasez de semiconductores) eran rechazados por las impresoras.
YouTube está repleto de tutoriales que explican cómo extraer, limpiar y reutilizar las esponjas en muchos modelos, pero esa es apenas la mitad de la ecuación. El contador de impresiones también debe ser reseteado, y las apps disponibles en la Web tienen una procedencia muy dudosa.
El último «cambio» de Epson no es más que una tirita sanitaria sobre un balazo. La compañía no ofrece manuales de reparación, ni piezas de repuesto, ni herramientas oficiales (hardware o software). Si las famosas esponjas fueran tan fáciles de adquirir y reemplazar como un cartucho vacío, la experiencia de los usuarios sería completamente diferente.
Fuente: Ars Technica