Un estudio a cargo de dos biólogos revela que la cantidad de arácnidos que hay en el mundo y sus hábitos alimenticios superan en creces a la humanidad, ya que si se combinan todos los tipos de arañas podrían comerse a todos los humanos sobre la Tierra en un año (en teoría…).
Las arañas están literalmente a nuestro alrededor. Hay una buena posibilidad de que en estos momentos al menos una araña esté escondida en un rincón oscuro de la habitación de donde te encuentras. Si ya dejaste de mirar para todos lados, continua leyendo porque lo siguiente te pondrá los pelos de punta. Como es sabido, las arañas en su mayoría comen insectos aunque algunas de las especies más grandes pican lagartos, aves e incluso pequeños mamíferos. Dada su abundancia y la voracidad de sus apetitos, dos biólogos europeos se preguntaron: si tuvieras que contar todos los alimentos consumidos por la población mundial de arañas en un solo año, ¿cuánto sería?
Martin Nyffeler y Klaus Birkhofer publicaron su estimación en la revista Science of Nature, y el número al que llegaron es francamente sorprendente: las arañas comen el equivalente entre 400 y 800 millones de toneladas, entre sus distintos tipos de presas, en un año. Eso significa que las arañas comen al menos tanta carne como los 7 mil millones de humanos que habitan en el planeta. Para una comparación un poco más inquietante: la biomasa total de todos los humanos adultos en la Tierra se estima en 287 millones de toneladas. Incluso si agregas otras 70 millones de toneladas para tener en cuenta el peso de los niños, todavía no es igual a la cantidad total de comida que consumen las arañas en un año determinado, excediendo el peso total de la humanidad. En otras palabras, las arañas se podrían comer a todos los humanos sobre la Tierra en un año y aun así tendrían hambre.
Para llegar a este número, Nyffler y Birkhofer hicieron una estimación muy sofisticada basada en investigaciones existentes sobre cuántas arañas viven en un metro cuadrado de tierra para todos los principales tipos de hábitat en la Tierra, y la cantidad promedio de alimentos consumidos por arañas de diferentes tamaños en un año determinado. Los biólogos también han descubierto que las arañas consumen aproximadamente el 10% de su peso corporal en alimentos por día. Pero al final, la voracidad de las arañas realmente funciona para el beneficio de la humanidad, ya que principalmente se alimentan de insectos, lo que significa menos plagas en el jardín, y menos mosquitos y moscas en tu casa.
Fuente: Springer
Siempre me han gustado las arañas; cuando un niño es pequeño y pregunta para cada insecto si “pica?”, pero con las arañas cambian las cosas, nadie pregunta nada, solo la ves y sabes que te esta diciendo: “No te metas conmigo”
Yo las respeto mucho desde que me picó una violinista y casi se me cae el brazo de putrefacción. Lejos las quiero.
Ya sé que regalarte para tu cumpleaños… xD
/X\(‘-‘)/X\
Yo solo soporto las pequeñitas saltarinas, que son coquetas, pero del resto las odio.
Contra las violinistas tienes que usar Arañas Tigre.
Me lo han dicho, pero en mi zona no parece que existan. Arañas Lobo tengo a raudales, a esas las dejo vivir siempre, pero creo que no se comen a las violinistas 🙁
A mí por mucho que digan lo de si ves a las arañas no las molestes y ellas no te molestarán , los cojones en vinagre , si veo una tarántula peligrosa en mi habitación mínimo le prendo fuego jaja que no podría vivir con la tensión .
Pobrecitas las tarántulas. Son inofensivas, solo tienen mala prensa
Las tarántulas no son peligrosas -.-‘
Cuando se ven las telas de araña tejidas con tanta preciosidad se abandona la percepción macabra de ellas. Algunas arañas cazadoras arrojan sus redes cual pescadores con atarrayas. Son inteligentísimas. Y todavía algunos creen que el más inteligente es el hombre!!!!
Algunas tribus australianas, e indígenas americanas también, comedores de tarántulas las consideran un manjar exquisito. Lo que creo, en general, es que el mercado de vender tarántulas vivas o encerradas en ámbar no se ha desarrollado plenamente. Tampoco el de comerlas, asadas, para desaparecerles sus incómodos pelos. Casi todas tienen su encanto. Yo disfruto ver las zancudas: cómo son de ágiles manejando patas tan frágiles que aparentan no poderse articular en deambular alguno. ¡Es un equilibrio imposible si estuvieran borrachas!