El Landkreuzer P. 1000 Ratte (rata) era el nombre de un tanque superpesado que el alto mando alemán diseñó durante la Segunda Guerra Mundial. El proyecto nunca fue terminado, debido a las dificultades técnicas que suponía la fabricación de semejante monstruo. Era tan grande que en lugar de “tanque”, los ingenieros a cargo lo llamaban “crucero terrestre”, un nombre bastante adecuado si pensamos que, de haber sido construido, habría pesado entre 1000 y 2000 toneladas, y medido más de 35 metros de largo.
A lo largo de la Segunda Guerra Mundial, Alemania desarrolló una serie de armas completamente innovadoras, como las miles de bombas volantes “V2” que cayeron sobre Londres. La tecnología casi siempre resulta un favor decisivo a la hora de obtener resultados en una guerra, y el alto mando alemán los sabía perfectamente. Un verdadero ejército de ingenieros trabajaba a destajo diseñando aviones, bombas, ametralladoras, submarinos y carros de combate cada vez más efectivos, grandes y poderosos. Esto ha contribuido incluso a la aparición de mitos sobre la construcción de platillos volantes u otros vehículos que, por supuesto, jamás existieron. Sin embargo, sí hubo planes de fabricar en serie un vehículo capaz de poner los pelos de punta al enemigo: el crucero terrestre Landkreuzer P1000 ‘Ratte’.
Los alemanes estaban convencidos que el tamaño sí importa y a la hora de diseñar el tanque más grande del mundo no se anduvieron con vueltas. El cacharro iba a medir 35 metros de largo por 14 de ancho, y tener la misma altura que un edificio de tres pisos. Obviamente, mover semejante tanque no iba a ser una tarea sencilla. Desde el punto de vista logístico, atravesar una ciudad o una aldea iba a ser prácticamente imposible, ya que su ancho era mayor que el de la mayoría de las calles. A la hora de vadear un río, por ejemplo, le iba a ser bastante difícil encontrar un puente que fuese lo suficientemente ancho (o fuerte) como para permitirle el paso. Por supuesto, pequeños ríos o arroyos no supondrían ninguna dificultad para el P1000, que debido a su gran altura podría vadearlos sin despeinarse.
En el proyecto se calculaba que el peso total de este super tanque era de unas 1000 toneladas, aunque los cálculos más recientes suponen un peso de prácticamente el doble. Además de su enorme tamaño, el Ratte estaba blindado con acero de 36 centímetros de espesor en el frente, y 22 centímetros de espesor en los laterales. Para tener una idea de lo que esto significa hay que recordar que un blindaje semejante solo se encontraba en barcos del tamaño del acorazado Bismarck. Esto lo haría prácticamente inmune a las municiones antitanque comunes, aunque aportaba cientos de toneladas de peso extra.
La tripulación encargada de conducir y operar la bestia estaba prevista en unos 20 hombres, el equivalente a los que se necesitan para manejar cuatro tanques “comunes”. Estos soldados tendrían a su cargo los cañones del Ratte, mucho más grandes y potentes que los de cualquier otro tanque. El armamento estaba compuesto por dos cañones de 280mm 54.5 SK C/34, de 15 metros de largo cada uno. Estos dispararían proyectiles de 1.2 metros con un alcance de 26 kilómetros. Estaban montados sobre una torre giratoria típica de la Armada Alemana, la SchiffsKanone C/28. La versión de tres cañones de esta torre se usaba en el Acorazado de Bolsillo Almiral Graf Spee, y pesaba unas 360 toneladas. Un cañón de 128 mm (KwK 44 L/55), 8 cañones antiaéreos Flak de 20 mm y 2 ametralladoras automáticas MG de 15 mm completaban el armamento del Ratte. Tenía espacio para transportar 200 municiones de 280 mm de 330 kilogramos cada uno.
No era fácil encontrar un motor capaz de mover semejante cantidad de metal. De hecho, los ingenieros a cargo habían previsto usar una planta propulsora múltiple, conformada por 8 motores de 20 cilindros cada uno, provenientes de las lanchas torpederas Daimler-Benz MB501. Otra alternativa era utilizar “solamente” dos motores MAN V12Z32/44, típicamente empleados para mover submarinos. Estos motores, alimentados por gasóleo, podían proporcionar una potencia comprendida entre los 16.000 y 17.000 caballos vapor cada uno. Su velocidad máxima hubiese sido cercana a los 20 kilómetros por hora, y su autonomía sería relativamente corta debido a la gran cantidad de combustible que consumiría su planta motriz.
Hitler y el fabricante de armamento Krupp discutieron en junio de 1942 sobre la posibilidad de comenzar la construcción del tanque. En diciembre de ese año ya se tenían los planos preliminares. Construir algo así no iba a ser fácil, y se suponía que el lugar indicado para ensamblar el P1000 era un astillero. Solo una fábrica de ese tamaño podía lidiar con las partes del “crucero terrestre”. En algún momento, justo antes de empezar a trabajar, alguien se dio cuenta que semejante tanque solo tenía utilidad como propaganda de guerra. Algo así como “¡miren, somos capaces de hacer tanques así de grandes!”, pero que en el campo de batalla hubiesen sido poco eficaces. La capacidad de disparar con un alcance de 28 kilómetros era impresionante. Pero difícilmente le pudiese dar a un blanco móvil (un tanque enemigo, por ejemplo) a esa distancia. También estaba el tema -no menor- del costo que insumiría construir cada uno de estos engendros. La vapuleada economía alemana simplemente no podía permitírselo.
De haber sido puesto en el campo de batalla, hubiese sido un blanco perfecto para la aviación enemiga. Es cierto que el Ratte estaba súper blindado y equipado con armas antiaéreas, pero su gran tamaño y poca velocidad de desplazamiento lo ponían a tiro de bombarderos que, volando a gran altura, se mantenían lejos de sus disparos mientras soltaban toneladas de bombas sobre él. Finalmente, el invento nunca se construyó. Algunos se preguntan si un arma semejante hubiese supuesto alguna diferencia en el resultado final de la guerra. Pero lo cierto es que, a pesar de sus impresionantes características, poco podría haber hecho por Alemania. El “crucero terrestre” Landkreuzer P1000 ‘Ratte’, aunque jamás abandonó la mesa de dibujo, se convirtió en una de las armas legendarias del frustrado imperio nazi.