Hace poco te hablábamos de la realidad aumentada aplicada a los móviles. Te mostrábamos el modo en que los móviles están evolucionando de manera que pueden modificar nuestra realidad, ofreciéndonos información sobre dónde nos encontramos que no se encuentra físicamente en el lugar, por ejemplo. Los laboratorios de los que te hablamos funcionan de una manera bastante diferente, pero parten del mismo concepto: usar la tecnología para modificar nuestro modo de ver la realidad.
Existen muchas formas de realidad aumentada. A decir verdad, hoy en día la “realidad aumentada” está en casi todos lados: cada vez que un aparato nos proporciona información que no podemos saber a simple vista vemos ejemplos de esta. Uno muy evidente sería un navegador GPS. Bien, entonces, si no es ofrecernos información, ¿De qué manera se puede modificar la forma en que vemos la realidad en estos laboratorios? Mostrándonos imágenes de cosas que todavía no son. Podríamos decir que se trata de ilusiones ópticas.
Los laboratorios serían salas en las que habría una serie de proyectores dispuestos de una manera particular y se usaría un equipo especial. En ellas, se podrían reproducir imágenes tridimensionales en tamaño real. Por ejemplo, si un diseñador ha completado el proyecto para un nuevo coche, en vez de hacer una presentación en un ordenador y mostrar modelos pequeños desde dentro del aparato, podría acceder a uno de estos laboratorios y mostrar “al coche mismo”. O al menos una réplica tridimensional en tamaño real, lo cual sería bastante más impactante y efectivo para juzgar al diseño.
El laboratorio del que te estamos hablando sería una habitación de 100 metros cuadrados, lo cual sería suficiente como para hacer demostraciones de objetos verdaderamente grandes. Éste será construido por la Universidad de Australia del Sur. Esperamos que el experimento resulte exitoso y puedan crearse otras de estas “cajas mágicas” en varios lugares, ya que tienen mucho potencial para usarse en varios campos, no solo el diseño.
