A tan sólo 20 años de su nacimiento, la World Wide Web estaría en un declive irreversible. Algunos creen que es la caída natural e inevitable del capitalismo. Otros defienden su postura al observar la migración masiva de las grandes empresas (generadoras de anuncios publicitarios) hacia otros canales audiovisuales que ofrezcan mejores utilidades. Lo cierto es que la Web está comenzando a caer en popularidad y uso. Mira a tu alrededor, mírate a ti mismo. La Web se está muriendo. El título de un artículo llamado “The Web is Dead” despertó mi curiosidad sobre estas cuestiones. Te invito a que reflexionemos juntos sobre el tema.
Te despiertas y chequeas tu correo electrónico en tu iPAD al salir de la cama. Eso es una aplicación. Durante el desayuno realizas una recorrida (clásica) por Facebook, Twitter y terminas leyendo los titulares de tu periódico de cabecera. Tres aplicaciones más. En el camino a la oficina o a la casa de un amigo, escuchas música en línea (un podcast) en tu teléfono inteligente. Otra aplicación. En el trabajo, te desplazas por los canales RSS en un lector, tienes Skype y conversaciones de mensajería instantánea en Hotmail. Más aplicaciones. Sólo te distraes un rato cuando entras a NeoTeo, pero rápidamente te vas de la Web. Al final del día llegas a tu casa y antes de la cena escuchas Pandora, o juegas un rato en Xbox Live, y antes de dormir disfrutas una película con el servicio de Netflix, o lees un buen libro en tu lector digital (por ejemplo, Kindle). Es decir, has pasado todo el día conectado a Internet, pero no has hecho casi nada en la Web.
¿La Web está muriendo?
Hace poco más de una década, la batalla por los navegadores dominaba la escena. Los buscadores como Altavista, Terra y hasta el mismísimo Yahoo se disputaban la corona por tener el mayor tráfico de la web. En esa época las salas de chat hacían furor entre los navegantes que perdían hasta sus trabajos por pasarse largas horas en esos antros de perdición. El correo electrónico. ¿Quién no tenía una cuenta de correo electrónico? La web 2.0 que por aquellos días se profetizaba como la panacea universal hoy es la web 1.0 que funciona. Hasta que un día todo cambia. Aparecen las transferencias P2P, Skype, World of Warcraft, iTunes, telefonía sobre IP (VoIP), YouTube y todo lo que pueda caber en un teléfono móvil. Se estima que en 5 años serán más usuarios los que utilicen la red desde su teléfono móvil que desde un ordenador, y todo esto en aras de optimizar la experiencia en dispositivos móviles. Los usuarios (nosotros) utilizaremos en forma continua la Red, pero no la Web.
Para muchos, todo esto es un camino y una evolución inevitable. Es el ciclo natural del capitalismo. La historia de las revoluciones industriales es, después de todo, una historia de batallas por el control, por el dominio del “negocio”. Una tecnología se inventa, se extiende, florece de manera increíble y luego alguien encuentra una manera de poseerla, de apoderarse de la atención de las mayorías, y con su poderío económico bloquea y anula a todos sus competidores. Sucede todo el tiempo. Sucedió con ejemplos tan sencillos y cotidianos como los ferrocarriles, las empresas telefónicas, las distribuidoras de electricidad, de televisión por cable. Miles trataban de imitar un modelo exitoso intentando un próspero crecimiento económico hasta que llegaba un gigante capaz de brindar mejores servicios y las absorbía hasta extinguirlas.
Ahora es el turno de la Web. La web ya tiene 18 años de edad, ha pasado su adolescencia (su época de descubrirlo todo) y ya es adulta. Toda una generación que hoy está leyendo este artículo creció detrás de un monitor, de un navegador. Tenemos Internet desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Es uno más de la familia, es parte de nuestra vida e intentamos aprovechar los beneficios que nos ofrece y que mejoran día a día. Buscar un tema musical en los servicios P2P puede llegar a ser una molestia frente al irrisorio precio que se paga por la música en línea. Sin embargo, esto es inversamente proporcional a la edad. Cuando eres joven tienes más tiempo que dinero. Por lo tanto, no te incomoda pasarte una tarde entera seleccionando música. En cambio, cuando eres mayor y cargas con muchas obligaciones, tienes más dinero que tiempo y esto hace que prefieras pagar algunas monedas a cambio de la practicidad y un buen servicio.
¿La muerte de la web puede ser tomada como la caída de una era, como el fin de una época?
La gente como tú está cambiando sus hábitos. A medida que pasa el tiempo, crece la tecnología que puede comprar. El negocio dentro de la red se está alineando detrás de las plataformas cerradas. Son corporaciones grandes (y cada vez más grandes) y esto es visto por muchos como una batalla por el alma de la frontera digital. Mira a la gente promedio, mira su escritorio, su navegador web. Observa y analiza su comportamiento. Facebook, Twitter, Blogs, Google y sus aplicaciones específicas, un teléfono inteligente (iPhone), un reproductor portátil de música (iPod) ¿Qué más? Mírate a ti mismo; mírame a mí. Somos usuarios de la Red, no de la Web.
Las empresas que no aparecen en la primera página de búsquedas en Google no cerrarán sus páginas comerciales ni se irán a la quiebra por el hecho de “desaparecer” de los primeros lugares (o por no haber llegado nunca allí). Siempre existirá alguien que apueste su publicidad dentro de la Web mientras nosotros nos manejamos dentro de la Red, nuestra Red, la red de aplicaciones, de juegos y sitios favoritos, como NeoTeo. Al moverse desde nuestro escritorio hacia nuestro bolsillo, la Red nos demuestra que su naturaleza y ciclo de vida esta cambiando de manera continua.
El caos delirante de una Web abierta fue tan solo una fase de adolescencia subvencionada, solventada y pagada por gigantes de la industria que apostaron la publicidad de sus comercios e invirtieron lo suficiente como para hacer crecer a esta criatura. Hoy, que ya es mayor de edad, tan sólo unos pocos “líderes” se están apoderando de todo el tráfico de la Red. Si el vasto universo de variedades y alternativas que ofrecía hace 10 años hoy se ha reducido a unas pocas preferencias, ¿qué crees que sucederá dentro de 5 años? ¿Dentro de 20? ¿Qué crees que experimentarán tus hijos?