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La Tierra gana 1000 millones de años de vida

Según los científicos de Caltech, la Tierra podría ser habitable durante unos 2,300 millones de años más de lo previsto. Esta estimación, basada en las variaciones de la presión atmosférica de nuestro planeta, amplía el lapso de tiempo en que la humanidad podrá seguir habitando su planeta de origen en unos mil millones de años. Parece que podemos esperar un poco más para comenzar a armar las maletas.

Rey Fai Li es un científico que, junto a sus colegas de Caltech, ha traído un poco de tranquilidad a aquellos que estaban muy preocupados por el “corto tiempo de vida habitable” de la Tierra que le quedaba a la Tierra (estimado originalmente en unos 1300 millones de años). Las nuevas estimaciones dicen que nuestro planeta sería habitable durante prácticamente la mitad del ciclo de vida del Sol. La clave de esta “longevidad extra” se encuentra en las variaciones de la presión atmosférica del planeta. Según parece, el valor de la presión de nuestra atmósfera está disminuyendo ligeramente, lo que modificaría la forma en que se absorbe el calor (en forma de radiación infrarroja) del Sol.

En términos sencillos, la presión atmosférica es el peso que ejerce el aire sobre la superficie terrestre. Es uno de los principales actores de la meteorología y tiene una gran influencia sobre la vida en la tierra y en la regulación de la temperatura del planeta en escalas de tiempo astronómicas. Como sabemos, dentro de millones de años, el Sol se irá volviendo cada vez más brillante hasta que finalmente la Tierra se vuelva demasiado caliente para ser habitable.  Los cálculos parecían indicar que esto tendría lugar dentro de unos mil trescientos millones de años a partir de ahora, pero el nuevo documento de Caltech sostiene que “los modelos anteriores han descuidado el papel de la presión atmosférica en el asunto”. Rey Fai Li asegura que la presión atmosférica es una variable clave porque determina cuánta cantidad de radiación infrarroja pueden absorber los gases de efecto invernadero. Presiones más altas significan mayor absorción y, en consecuencia, más calor. Las presiones más bajas tienen el efecto contrario.

Según el científico, la vida misma tiene en sus manos el mecanismo necesario para manejar estos cambios de temperatura. Los microbios, por ejemplo, al "fijar" el nitrógeno, retirándolo de la atmósfera y depositándolo en los océanos, contribuyen a hacerla más liviana.  “Me alegro de que Li y sus colegas hayan planteado la cuestión general de cómo las variaciones en la presión atmosférica pueden haber afectado nuestro pasado y cómo afectarán al clima futuro," dice el experto en ecología Ken Caldeira, de la Universidad de Stanford. “Esto podría ser relevante para la comprensión del cambio climático en períodos de tiempo del orden de los miles de millones de años".

A pesar de este papel potencialmente importante, la presión atmosférica no ha sido investigada en profundidad hasta hace relativamente poco tiempo. “Tenemos una gran carencia de datos sobre los valores la presión atmosférica en el pasado”, dice Li. Esto, por supuesto, agrega cierto grado de incertidumbre a sus cálculos. "Creo que hay mucho trabajo por hacer antes de que podamos decir con seguridad la forma en que la masa total de la atmósfera ha variado en el pasado y la forma en que podría variar en el futuro", agrega Caldeira.

El trabajo de Rey Fai Li y su equipo concluye en que la Tierra podría ser habitable durante mucho más tiempo del que se creía hasta ahora. Sin embargo, la misma actividad de los seres vivos que pueden estar ayudando a extender este plazo puede hacernos morder el polvo mucho antes de lo previsto. En efecto, la actividad de ciertos seres, como los mencionados microbios, produce cambios en lapsos de tiempos que se miden en decenas de siglos, pero el hombre es capaz de modificar la atmósfera de forma radical (y no precisamente en el sentido correcto) en solo un puñado de décadas. El cambio climático que estamos provocando con la emisión descontrolada de gases de efecto invernadero puede hacer añicos las esperanzas de los científicos. “Sabemos que la actividad humana  está influyendo en la atmósfera en una escala de tiempo menor”, reconoce Li. Más allá de todo esto, el trabajo del especialista puede ayudarnos -llegado el momento- a proporcionarnos las herramientas necesarias para intentar arreglar las consecuencias de la actividad industrial. Además, si las estimaciones del equipo resultan ser correctas, podrían aplicarse a otros planetas con biosferas similares a la terrestre, aumentando las posibilidades de encontrar una civilización extraterrestre prácticamente al doble de las actuales.

Escrito por Ariel Palazzesi

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