Se trata de un descubrimiento histórico para la cinematografía en general. Aunque el vídeo a color, en alta definición y con efectos tridimensionales es algo común en estos días, recientemente se ha “redescubierto” a la película más antigua hecha a colores, que se encontraba descansando en los depósitos del Museo Nacional de Medios en Bradford. Se trata de una película realizada por el pionero Edward Raymond Turner entre 1901 y 1902, mientras ponía a prueba su método de filmación.
Uno de los casos de “redescubrimiento” de filmes que más presente está en nuestras mentes probablemente sea el de “Metropolis” (sin acento, como en el original), una de las piedras fundamentales más importantes de la ciencia ficción creada por Fritz Lang en 1927. Se llevó a cabo un esfuerzo coordinado de restauración utilizando copias halladas en Argentina, Australia y Nueva Zelanda, y aún con este nuevo material, el filme sigue estando incompleto. La historia de la cinematografía tiene muchos agujeros. La cantidad de “filmes perdidos” es impresionante, y cada nuevo “redescubrimiento” merece un capítulo aparte. En esta oportunidad, de un corto que muy probablemente sea la primera película a color jamás hecha.
La película no es más que una prueba, el resultado de los experimentos hechos por Edward Raymond Turner. En uno de los tramos del filme se puede apreciar a los hijos de Turner, jugando con girasoles. La película fue creada entre 1901 y 1902, lo que le da unos nada despreciables 110-111 años de edad. El sistema de filmación a color de Turner no ganó la tracción suficiente debido a dificultades técnicas, especialmente en el proyector. Turner estaba trabajando en una forma de pulir su método, pero falleció de un ataque cardíaco en marzo de 1903. Para reproducir el filme, expertos del Museo Nacional de Medios en Bradford recurrieron a la tecnología moderna, “emulando” el funcionamiento del proyector en un ordenador. En el proceso se obedecieron los parámetros disponibles en la patente de Turner, y los resultados, están a la vista.
Existen otros filmes a color de la época, como por ejemplo el francés “La Vie et la passion de Jésus Christ” de 1903 que utilizó el método Pathécolor, o el documental británico “With Our King and Queen Through India” de 1912, pero con este nuevo corto, Turner reclama el título de “padre” de las películas a color, anticipando entre cuatro y seis años al Kinemacolor, el primer proceso de filmación considerado comercialmente exitoso. Noticias como esta inevitablemente hacen que nos preguntemos qué maravillas están esperando a ver la luz una vez más, aún guardadas en estanterías dentro de antiguas latas.