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La primera flor espacial

Uno de los experimentos más importantes que se llevan a cabo en la Estación Espacial Internacional es el desarrollo de un «jardín espacial», validando sus componentes y estudiando la evolución de ciertas especies en entornos de microgravedad. En agosto del año pasado, los astronautas consumieron la primera «lechuga espacial», pero ahora es el turno de la primera flor, una zinnia naranja que a juzgar por las imágenes oficiales, se ve muy saludable.

A medida que los planes para explorar el espacio profundo se acumulan, también sucede lo mismo con los requerimientos que ayudarán dramáticamente a mejorar y extender la supervivencia de los astronautas. Cuando la película «The Martian» presentó a cierto astronauta perdido cultivando papas en Marte (no es spoiler porque aparece en el trailer), lo que vimos no fue una simple acción conveniente para la historia, sino algo que los astronautas deberán dominar por completo en sus naves si la idea es llegar al planeta rojo. La Estación Espacial Internacional sirve como una extraordinaria plataforma de estudio para seguir de cerca el crecimiento de ciertos vegetales «y» el rendimiento de los componentes en este jardín espacial, objetivo principal del experimento llamado Veg-01.

Zinnia espacial
La perseverancia fue un factor crítico para el proyecto

En agosto del año pasado, la NASA publicó un vídeo en el que podemos observar a miembros de la Expedición 44 probar la primera «lechuga espacial» con éxito. En esta ocasión, el jardín espacial dio lugar a una hermosa y brillante zinnia naranja, que dicho sea de paso, también es comestible. Las exigencias de una zinnia son mucho más elevadas en comparación con la lechuga. Mientras que los astronautas fueron capaces de probar la lechuga tras un mes, la zinnia demanda entre 60 y 80 días, sin mencionar sus parámetros de luz mucho más delicados.

Zinnia espacial
De acuerdo al astronauta Scott Kelly, la flor ya recibió luz solar por primera vez

Cultivar en el espacio es una tarea extremadamente complicada. Múltiples pruebas de ello llegaron a través del viejo programa soviético Salyut, en el que sus cosmonautas intentaron plantar lino, cebolla y col (entre otras variedades). Los astronautas en la Estación Espacial Internacional han debido batallar con la falta de agua, el exceso de agua, y la formación de moho. Sin embargo, esta nueva zinnia simboliza todo el esfuerzo y la dedicación de los expertos en órbita y en la Tierra. Como si esto fuera poco, la zinna podría convertirse en una precursora para una planta de tomate. Esperamos ver eso pronto.

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Escrito por Lisandro Pardo

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