Esto no es algo que se lee todos los días. Cada vez que las patentes logran infiltrarse entre las líneas principales de cualquier portal, se debe a que desencadenan un conflicto legal de una magnitud perturbadora, con millones de dólares en juego y los usuarios pagando los platos rotos. Sin embargo, la situación se ha vuelto un poco diferente en los últimos meses. Apple ha recibido la noticia de que la patente 7.479.949 de dispositivos con pantalla táctil, mejor conocida como la “patente Steve Jobs”, fue declarada inválida por la Oficina de Patentes. Esto se suma al estudio de la patente de la “banda de goma” a finales de octubre, y ambas están relacionadas con el choque legal que Apple mantuvo con Samsung hace poco.
Algunas cuestiones sobre patentes están relativamente resueltas dentro del mundo informático, pero si saltamos a los dispositivos móviles, lo más probable es que una empresa no pueda lanzar un nuevo modelo sin estar violando media docena de patentes establecidas. Desde hace mucho tiempo se ha estado criticando a todo el sistema de patentes en los Estados Unidos. Algunos han reclamado su eliminación completa. De un lado dicen que las patentes protegen la innovación, mientras que del otro creen que la matan por completo. Cada idea que aparece, por más extraña que sea, termina siendo puesta en papel y sometida a la Oficina de Patentes. La relación entre Apple y el sistema de patentes es, a falta de otra palabra, tremenda. No son pocos los que creen que Cupertino ha usado y abusado hasta el límite de un sistema que está sobrecargado y falto de personal. Otro punto es que las patentes se han convertido en armas de destrucción masiva. Titanes del mercado se enfrentan en masivos combates legales, con cifras que alcanzan cómodamente los diez dígitos.
Uno de los “orgullos” de Apple en materia de patentes es la 7.479.949, conocida como la “patente Steve Jobs”. El nombre del fallecido CEO es el primero entre una lista de veinticinco personas relacionadas con el desarrollo de la patente, que en términos básicos se reduce a un “dispositivo con pantalla táctil”. En los últimos días, la USPTO declaró a la patente Steve Jobs como inválida, rechazando los veinte reclamos de Apple sobre la misma en una base “no final”. La expresión “no final” indica que Apple puede apelar la decisión, pero la simple noticia de la revocación ha puesto en movimiento otros engranajes. La patente Steve Jobs estuvo presente en el conflicto de alto nivel entre Apple y Samsung, y también fue usada contra Motorola en otra escaramuza legal. En ese caso, el Juez Richard Posner había declarado que “una gran porción” de la patente era inválida, además de prohibir la utilización del término “patente Steve Jobs” y otros que conviertan al juicio en un “concurso de popularidad”. Ese juicio finalmente fue descartado por el mismo juez “con prejuicio”.
Es el segundo traspié relacionado con patentes que Apple ha tenido en los últimos dos meses. A finales de octubre, la oficina de patentes también había rechazado de forma no final los veinte reclamos de Apple sobre la patente 7.469.381, también conocida como la “patente de la banda de goma” o del “rebote del scroll”. Esta patente también fue usada en el juicio contra Samsung, lo cual podría afectar en parte el resultado que originalmente fue favorable para Cupertino. La patente Steve Jobs ya había tenido una solicitud de reexaminación en el año 2010, pero en ese entonces la Oficina de Patentes rechazó la petición. La segunda fue la vencida, y aunque la decisión puede revertirse, esto parece demostrar que los aires en la USPTO están cambiando un poco. La posibilidad de que Apple pierda a sus dos puntas de lanza en los conflictos por patentes no es una noticia menor, más allá de que todavía tenga miles en su repertorio.