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La paradoja del viaje en el tiempo

La “paradoja del viaje en el tiempo”, también conocida como “la paradoja del abuelo”, consiste en una persona que viaja al pasado y mata a su abuelo antes de que este conozca a su abuela y puedan concebir a su padre. Por lo que el viajero nunca ha nacido y, mucho menos, pudo haber viajado en el tiempo para eliminar a su antepasado. Esto implica que tanto su padre, como él, en realidad sí pueden existir, por lo que podría viajar y matar a su abuelo, y así una y otra vez. Esta paradoja suele ser utilizada para negar la posibilidad de los viajes en el tiempo, pero muchos creen que solo restringe lo que se puede hacer en un viaje al pasado.

Los viajes en el tiempo y los viajes espaciales son una parte importante del argumento de muchas novelas y películas de ciencia ficción. Pero mientras los viajes espaciales se han convertido en algo rutinario desde hace muchos años, los viajes en el tiempo aún no han salido del terreno de la fantasía. Nuestro conocimiento de las leyes físicas no contienen ningún tipo de impedimento a los viajes en el tiempo.

No lo demostraremos aquí, pero un viaje al pasado no contradice en absoluto leyes físicas fundamentales, como el principio de conservación de la energía o el segundo principio de la termodinámica. Por eso, el hecho de no disponer de un dispositivo que nos permita efectuar este tipo de viajes no impide que los científicos, filósofos y aficionados intenten comprender las consecuencias que podrían tener este tipo de travesías sobre la consistencia de nuestro universo.

El viaje al pasado no contradice en absoluto leyes físicas fundamentales.

Una de las consecuencias más interesantes que puede tener un viaje al pasado es la que da origen a la llamada “paradoja del abuelo”. Imagina que posees una máquina del tiempo -seguramente marca ACME– que pueda llevarte al pasado. Te subes a ella, presionas una serie de botones, y apareces en la época en que tu abuelo era aún un jovencito de 12 o 13 años, que -por supuesto- aun no se había casado con tu abuela y mucho menos concebido a tu padre.

De alguna forma lo encuentras, y terminas matándolo. Esto significa que tu padre y, por lo tanto, tú mismo nunca podría haber sido concebido, por lo que tu viaje al pasado (asesinato de tu abuelo incluido) nunca ha tenido lugar. Pero si tu abuelo no ha sido asesinado, entonces tú puedes existir y realizar el viaje para matar a tu abuelo. Este “razonamiento circular” pude continuar todo el tiempo que quieras, una y otra vez. Esta paradoja se cree que fue expresada por primera vez por el escritor de ciencia ficción francés René Barjavel en su novela “El viajero imprudente” (Le voyageur imprudent) de 1943.

La paradoja surge porque, hasta donde sabemos, el estado actual del universo está determinado por sus estados anteriores. Esto implica que, al cambiar uno de estos estados pasados, el cambio se propaga hacia adelante en el tiempo afectando el estado actual. Una forma de no incurrir en paradojas sería que el viajero se conforme solamente con ser un observador del pasado, sin intentar cambiarlo.

Esto impone restricciones a lo que el viajero del tiempo pueda hacer, pero no excluye la posibilidad del viaje. Sin embargo, algunos creen que el hipotético viajero ni siquiera podría observar el universo del pasado, ya que uno de los principios que rige la física cuántica -el de incertidumbre, formulado por Heisenberg- implica que la mera observación de una partícula modifica su estado. Al observar el universo del pasado, el viajero pondría en marcha una serie de efectos “en cascada” que se propagarían a la velocidad de la luz y acabarían alterando el pasado y todo lo que le sigue.

Imagina que posees una maquina del tiempo que puede llevarte al pasado.

Soluciones a la paradoja

Una de las posibles soluciones a la paradoja del abuelo es la existencia de universos paralelos. Cuando te subes a la máquina ACME y viajas en el tiempo para matar a tu abuelo, te desplazas a un universo paralelo en el que nunca serás concebido. Sin embargo, seguirías existiendo en tu universo original. La ciencia ficción ha utilizado mucho este recurso. Alfred Bester, por ejemplo, lo hizo en su novela “Los hombres que asesinaron a Mahoma” ( The Men Who Murdered Mohammed) y Michael Crichton ha utilizado un argumento similar en “Rescate en el tiempo” (Timeline). Sin embargo, se trata de una solución con trampa, ya que en lugar de viajar en el tiempo se está “saltando” de un universo a otro.

Otra posibilidad es que universo carezca de una línea temporal absoluta que debe permanecer inalterada desde el comienzo del tiempo. En su lugar, cada partícula (y por ende todo lo contenido en el universo, humanos incluidos) dispondría de una línea temporal propia. Si todas las partículas que componen al viajero retroceden en el tiempo, esa persona podría matar a su propio abuelo y se desarrollaría una nueva línea temporal.

Esta teoría es similar a la teoría de los universos paralelos, aunque todo ocurre en un solo universo. Últimamente, muchos científicos han comenzado a creer que ésta es realmente la forma en que funciona el universo, sobre todo aquellos que afirman que todos los estados cuánticos posibles existen simultáneamente y que, al examinarlos (y colapsar la función de ondas asociada), se escoge un universo de entre los posibles. De alguna forma, el Gato de Schrödinger está vivo en un universo, y muerto en otro.

Las series animadas han recurrido con frecuencia a la paradoja del abuelo.

Es posible también que viajar al pasado cree un nuevo futuro, por lo que el viajero no modificaría el pasado, sino su futuro. Puede que te suene conocido, ya que es la trama principal de la película “Regreso al futuro II“. Cuando el futuro Biff Tanen se encuentra con Marty McFly en el año 2015, consigue un resumen de los resultados deportivos de los últimos cincuenta años. Tannen se entera de la existencia de una máquina del tiempo, roba el almanaque deportivo de McFly y viaja al pasado para entregárselo a sí mismo de joven. Cuando McFly vuelve a su época descubre que todo ha cambiado y un millonario Biff Tanen se ha casado con su madre. Homero Simpson también lo ha padecido en carne propia cuando, en el segmento “Time and Punishment” del capítulo “Treehouse of Horror V”, crea (accidentalmente, por supuesto) una máquina del tiempo que afecta el presente con cada viaje.

Otras series animadas han recurrido con frecuencia a la paradoja del abuelo. Uno de los casos más recordados es el episodio de Futurama en que Phillip J. Fry viaja al pasado. Allí conoce a su abuelo y a su novia de entonces y, a pesar de hacer todo lo posible para que no suceda nada malo, su abuelo muere en un accidente. Fry ve que sigue existiendo, por lo que supone que la novia de su abuelo no era realmente su abuela y se acuesta con ella. Finalmente se descubre que sí era su abuela y la única razón por la que sigue vivo es porque él se ha convertido en su propio abuelo.

A muchos científicos no les convence la hipótesis de los universos paralelos. Stephen Hawking desconfió de que los viajes en el tiempo sean posibles alguna vez. Basó su razonamiento en el hecho de que si algún día lo fueran, los viajeros del futuro seguramente estarían entre nosotros, pero ¿quién ha visto alguna vez a un turista del futuro? Hawking también ha contribuido a la cuestión con la conjetura “de la protección cronológica“. Según esta hipótesis, aunque los viajes en el tiempo fueran posibles, cualquier cambio en el pasado no tendría ningún efecto en el presente, porque estamos atados un único universo, con una única historia. Según el dice el científico, aceptando esta hipótesis se evitaría caer en la paradoja del abuelo.

Es difícil entender cómo un viaje en el tiempo puede ser físicamente posible y, sin embargo, conducir a paradojas irresolubles. Los físicos no están seguros de cómo se resuelve esto, pero todos confían en no tener que pasar por la traumática experiencia de Phillip J. Fry y acabar acostándose con sus abuelitas. Y tú, ¿que opinas?

Escrito por Ariel Palazzesi

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