La compañía Zink ha desarrollado una nueva tecnología que permite imprimir sin necesidad de tinta o tóner, usando el calor para crear los colores.
La tecnología Zink, desarrollada por la homónima compañía, es un nuevo avance revolucionario en el mundo de las impresoras. Como su nombre "Zero ink" (es decir "cero tinta") lo indica, las impresoras que usan esta tecnología no deberían utilizar ni tinta ni tóner. De hecho, necesitan poquísimas partes móviles porque crean al impresión por medio del calor. Gracias a esto es posible hacer impresoras increíblemente pequeñas, como la nueva de Polaroid. Ésta impresora que literalmente cabe en el bolsillo puede hacer impresiones de 2×3 pulgadas con una calidad excepcional. Su precio es maravillosamente bajo tratándose de una nueva tecnología: 100 dólares (casi 68 euros), Y el papel 19 dólares las 100 unidades (unos 13 euros).
El material clave para que esto funcione es el papel desarrollado por Zink, que está formado por cuatro capas. Una capa base (blanca o transparente; de papel, cartón o adhesiva) y otras tres capas de color cubiertas por un polímero protector. La gran innovación de Zink está en las capas de color, que están formadas por unos cristales que la compañía ha patentado con el nombre de cristales Amorfocrómicos. Estos cristales responden a pulsos de calor de duraciones específicas para hacerse visibles. De esta manera se pueden conseguir impresiones de gran calidad con millones de colores, que además son resistentes al agua y al calor. El precio inicial para este material es ya bastante atractivo de por si (menos de quince centavos por impresión pequeña), pero lo que es aún mejor es que es muy probable que no tarde en bajar, dado que se trata de un material nuevísimo.
A pesar de ser útil en impresoras en miniatura, la tecnología Zink puede aplicarse a la perfección en las de gran tamaño. Se espera que esta tecnología revolucione el universo de las impresoras, además de introduciendo las impresoras transportables, permitiendo buena calidad a un precio accesible.