Menu
in

La NASA descubre atmósfera en un exoplaneta

Un equipo de astrónomos del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, utilizando el telescopio VLT, del Observatorio Europeo Austral (ESO), en Chile, ha determinado que el exoplaneta GJ1214b -descubierto el año pasado a 40 años luz de la Tierra en la constelación de Ofiuco- posee una atmósfera compuesta por vapor de agua o hidrógeno. El planeta, que orbita la estrella GJ1214, es tres veces más grande que el nuestro, y 6.5 veces más masivo.

Cuando la NASA anticipó que brindaría una conferencia de prensa para anunciar un descubrimiento relacionado con la vida extraterrestre -que finalmente resultó ser una bacteria muy extraña que vive en el Lago Mono, en California- muchos creyeron que se referirían a esta noticia: un equipo de astrónomos del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian ha descubierto que un exoplaneta situado a unos 40 años luz de la Tierra posee atmósfera. Se trata de GJ1214b, un cuerpo celeste que posee un diámetro casi tres veces más grande al de la Tierra y unas 6.5 veces su masa, que gira alrededor de una estrella llamada GJ1214 en la constelación de Ofiuco. En realidad, el planeta había sido descubierto en diciembre del año pasado, pero recién ahora logró determinarse la existencia de una atmósfera compuesta -se cree- principalmente por vapor de agua o hidrógeno.

A pesar de no resultar tan espectacular como una bacteria capaz de vivir sin fósforo, la confirmación de que un exoplaneta de un tamaño similar al del nuestro posee una atmósfera es una noticia extraordinaria, que aumenta enormemente la probabilidad de que “algo” pueda vivir en su superficie. "Esta es la primera vez que se descubre la existencia de  atmósfera en un exoplaneta de un tamaño similar al nuestro", dice el astrónomo y miembro del Centro Harvard-Smithsonian para Astrofísica en Cambridge (Massachusetts) Jacob Bean. Los astrónomos aún no han logrado determinar exactamente la composición de esta capa gaseosa que rodea a GJ1214b, pero los primeros datos apoyan la teoría de que puede tratarse de vapor de agua o hidrógeno. Para llegar a esta conclusión, el equipo formado por Eliza Miller, Ricci Kempton y Derek Homeier utilizó las instalaciones del Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO), en Chile. Este súper planeta orbita a sólo 0.014 unidades astronómicas (UA, la distancia media entre la Tierra y el Sol -aproximadamente 150 millones de kilómetros) de su estrella, demasiado cerca como para ser habitable por cualquier forma de vida conocida, aunque el descubrimiento de las extrañas bacterias anunciado ayer convierte esta afirmación en algo -como mínimo- bastante dudoso.

Las mediciones sobre GJ1214b se realizaron observando la luz infrarroja que proviene de GJ1214 en el momento exacto en que el enorme planeta cruzaba por delante de la estrella. Parte de esa luz atraviesa los gases que rodean el planeta, modificando sus características. Analizando esas variaciones, los astrónomos determinaron la existencia de esta capa gaseosa y su composición aproximada. Se trata de una técnica muy utilizada, quese ha empleado en el pasado para estudiar la atmósferas de planetas similares a Júpiter, que poseen gases como el hidrógeno, el metano y de vapor de sodio. El equipo cree que “hay una buena posibilidad de que esta atmósfera contenga vapor de agua -sin nubes- o que se trate de un planeta rocoso con una atmósfera integrada básicamente por hidrógeno con nubes altas y opacas que oscurezcan las zonas de baja latitud.”

Escrito por Ariel Palazzesi

Leave a Reply