El año pasado pudimos escuchar las hermosas canciones que se componían tomando frases de científicos y divulgadores como Stephen Hawking, Richard Dawkins o el inigualable Carl Sagan. Luego pudimos conocer el sonido del espacio gracias a algunas composiciones basadas en audio compuesto desde valores informáticos. Ahora el turno es al Bosón de Higgs, la subpartícula que estamos esperando develar. Usando la data de los últimos estudios sobre él, un científico y músico compuso la música del Bosón y si bien no llegará al top-40, es probable que sea lo más original hasta el momento.
Vivimos momentos en donde la humanidad podría presenciar el comienzo de una nueva etapa si las pruebas que se están haciendo en el CERN dan con lo esperado. El Bosón de Higgs mostró la cola y los científicos se prendieron de ella para no dejarlo escapar con información que podría ser de vital importancia para la ciencia que se viene y para darles una nueva mirada a los dilemas más importantes a nivel filosófico. Pero como no está nada dicho sobre la verdadera identidad de esta partícula particular, la espera por los resultados del tratamiento de la información recogida se ha dilatado dándonos la oportunidad de hasta escuchar qué es lo que se ha interpretado en la información. ¿Escuchar? Sí. Porque un físico de partículas ha combinado los datos gráficos recogidos sobre el bosón por el LHC y ha construido una partitura con una bella melodía.
El proyecto de la música del Bosón fue realizado por Domenico Vinanza, un físico de partículas y además compositor, que en un golpe de ingenio, creatividad y solidaridad ha decidido componer una melodía tomando como base el estudio gráfico de las propiedades generadas por las evidencias del Boson de Higgs halladas por el LHC. La melodía se deja escuchar muy bien, a pesar de no ser ningún tipo de obra maestra ni nada por el estilo. Lo impresionante del asunto es que está basada en el análisis gráfico de los datos aportados por el CERN en cuanto a la búsqueda interminable de la partícula “divina”. Domenico cuenta que cada saco todos los valores numéricos de la actual investigación y los sustituyó por su referente en notas musicales. Lo interesante es que no modificó mucho del original, por lo que es fácil reconocer algunos tonos muy altos al comienzo de la melodía. Tocada en piano y marimba, esta sonata es ciencia pura.
La búsqueda de Domenico Vinanza con la música del Bosón es un poco más altruista de lo que parece, pues ha pensado en distribuir la canción para que aquellas personas que no pueden leer o entender por diferentes condiciones físicas, puedan acceder al “sonido del descubrimiento”, intentando encontrarse ante la armonía, simetría y la regularidad de la ciencia, hecha música. Además propone que este método es muy entretenido para distribuir y hacer conocer algunas investigaciones claves para la civilización humana (o no). A nosotros se nos ocurre que esta podría ser una buena manera complementaria de educar a niños y motivarlos para el estudio de la ciencia, primero sintiendo y luego conociendo.
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xD eso no era lo que esperaba xD (la canción)