Las memorias DDR4 llevan aproximadamente dos años y medio en el mercado, pero es ahora que hemos detectado cierto crecimiento en su adopción. Se suponía que este iba a ser el final de la línea para el estándar DDR, dejando su lugar a otras tecnologías como HBM2 o HMC. Sin embargo, JEDEC confirmó que el desarrollo para la especificación DDR5 ha comenzado, y concluirá el año que viene. ¿Cuál es la promesa de la memoria DDR5? El doble de densidad, el doble de velocidad, y un menor consumo.
La memoria DDR4 no hizo grandes méritos para forzar una adopción masiva. Por un lado, los módulos DDR3 lograron mantener un buen equilibrio entre rendimiento y precio, y por el otro, la memoria RAM de alta gama también sufrió el impacto en las ventas de PCs. Por suerte, la historia está cambiando con la llegada de Ryzen y los chips Kaby Lake. El interés en reemplazar plataformas completas ha crecido, y eso es en esencia lo que determina si los fabricantes están dispuestos a subir un escalón más, buscando un «premium» en sus precios. Los primeros reportes sobre el desarrollo de un sucesor para la memoria DDR4 surgieron a mediados de 2016, pero ahora es la propia JEDEC quien confirmó que la memoria DDR5 está en camino.
El anuncio oficial no tiene ningún número firme, pero se espera que la memoria DDR5 duplique la velocidad y la densidad frente a la tecnología DDR4. Al mismo tiempo, se buscará reducir el consumo de energía, formando una combinación que suena de maravillas para el mundo empresarial. De hecho, se calcula que la primera parada de la memoria DDR5 estará en los servidores, siempre con hambre de ancho de banda, virtualización, y aplicaciones residentes. JEDEC ha seguido un patrón cercano a los dos años entre el anuncio de un nuevo estándar y su debut en el mercado formal, o sea que los usuarios de a pie debemos esperar hasta 2019 o 2020 para tener un poco de DDR5 en nuestros escritorios.
Lo más interesante es que DDR5 aprece un poco de la nada. Todas las flechas apuntaban al fin del desarrollo en DDR, esperando seguir la ruta de HBM2 o la Hybrid Memory Cube de Micron. Otra alternativa sería avanzar en memorias no volátiles, como Intel Optane, o el estándar NVDIMM de JEDEC. La aventura de la memoria DDR llegará al final de la década, pero la prioridad debe ser siempre la misma: Los usuarios.
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