Las estrellas de neutrones son las más densas y compactas que se conocen. Su masa es de unas 1.3-2.1 masas solares, pero apenas tienen entre 10 y 12 kilómetros de radio, lo cual nos da una idea bastante clara sobre qué tan comprimido está todo en ellas. Sin embargo, su interior es aún más complejo, y potencialmente peligroso. Una hipótesis sugiere que en sus núcleos podría existir la materia más peligrosa del universo, infectando y transformando todo lo que toque: Materia extraña.
La novela «Cuna de Gato» de Kurt Vonnegut es uno de esos ejemplos de ciencia ficción que no puede faltar en tu biblioteca. Tecnología, libre albedrío, religión… Vonnegut no deja títere con cabeza en ese texto, pero hay un elemento dentro de la historia que logra colocarse por arriba del resto. Se trata del hielo-9, una estructura alternativa del agua que es sólida a temperatura ambiente, y posee la perturbadora propiedad de transformar al agua común en más hielo-9 con un simple contacto. No daré más detalles por una cuestión de spoilers, pero creo que no es difícil imaginar consecuencias devastadoras si una sustancia de ese tipo queda expuesta. Dicho eso… algunos científicos creen que podría existir una sustancia similar en el núcleo de las estrellas de neutrones. Bienvenido a la materia extraña.
(N. del R.: El vídeo tiene subs en español, ¡no lo olvides!)
Una vez más, es la gente de Kurzgesagt la encargada de presentar y explicar maravillosamente a la materia extraña, aunque admiten que es un tema muy complejo, y se vieron obligados a tomar algunos atajos. En términos muy relajados, una estrella de neutrones es lo que queda después de que una estrella gigante se convierte en supernova. El núcleo colapsa sobre sí mismo, dando lugar a una batalla entre la gravedad y los neutrones. Si gana la gravedad, el resultado es un agujero negro, de lo contrario, «nace» una estrella de neutrones, con el doble de la masa del Sol y el diámetro de una ciudad. Las condiciones dentro de una estrella de neutrones son tan extremas, que los neutrones podrían terminar «desconfinados», formando así una estrella de quarks. Ahora, si la presión dentro de esa estrella de quarks es lo suficientemente grande, existe la posibilidad de que el quark extraño (strange) gane terreno y se multiplique, transformando a otros quarks en quarks extraños.
Eso nos da materia extraña, el «hielo-9» estelar. Indestructible, con una estabilidad inigualable y una densidad impresionante, nada le impide a la materia extraña existir fuera de una estrella de neutrones. En otras palabras, lo último que necesitamos es una lluvia de partículas de materia extraña que conviertan a protones y neutrones en más materia extraña. Nada grave debería suceder si esa materia permanece dentro de las estrellas de neutrones… pero. Sí, hay un «pero». Si dos estrellas de neutrones colisionan, podrían liberar pequeñas cantidades de materia extraña… strangelets. Si tocaran un planeta o un astro, los convertirían sin pausa. Sin embargo, los strangelets (al igual que la propia materia extraña) son hipotéticos. Nada ha sucedido en los últimos miles de millones de años, y lo más probable es que la situación no cambie… (?)