Buenas noticias para la industria del cannabis y parte de la comunidad médica: La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró en un informe que “la Marihuana Medicinal no presenta riesgos para la salud pública” y no debe ser considerada como una droga.
A paso lento pero firme, la legalización del cannabis se ha extendido a lo largo del mundo, siendo aprobada en varios países y estados. Y mientras que en otros lugares aún se mantiene el debate, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró en un informe que “la Marihuana Medicinal no presenta riesgos para la salud pública” y no debe ser considerada como una droga. En el informe se destaca que la marihuana medicinal no debe ser retenida ya que es beneficiosa para los pacientes con cáncer, epilepsia, Alzheimer y Parkinson.
Durante los últimos años la OMS ha reunido evidencia científica más sólida sobre el uso terapéutico y los efectos secundarios del cannabis y sus componentes. Entre los puntos importantes se declara que el cannabidiol (CBD), uno de los componentes principales de la marihuana, es un tratamiento útil para enfermedades crónicas y para pacientes con epilepsia, y no lleva ningún riesgo de adicción. De hecho el uso de la marihuana medicinal tampoco lleva a una adicción del THC, el componente psicoactivo de la planta.
“La evidencia reciente de estudios en animales y humanos muestra que el uso del cannabidiol podría tener algún valor terapéutico para las convulsiones debidas a la epilepsia y las afecciones relacionadas”, declara la OMS en el informe. Durante este año hemos destacado los beneficios médicos de la marihuana, según la ciencia, así como la «Sociedad de las Hermanas del Valle», donde las monjas cultivan marihuana para ayudar a los enfermos. Si sumamos ahora esta declaración de la OMS, ya hay un respaldo importante para eliminar las barreras prejuiciosas que tanto atentan contra el uso de la marihuana medicinal. Por otra parte, la organización recomienda que se imponga mayores restricciones a la droga fetanyl, un opioide sintético que ha causado la muerte de miles de personas en los Estados Unidos.
Sitio oficial: WHO
