Aprovechando que EEUU ha acusado a España de ser un país extremadamente pirata, la industria del videojuego arremete contra el gobierno afirmando que no hace nada por acabar con la piratería y que ésta ha paralizado el desarrollo del comercio de sus productos hasta límites insostenibles. Manifiestan un evidente descontento con los internautas que se bajan sus juegos de la Red y contra España por permitir hacerlo.
Estados Unidos, con una actitud muy poco diplomática, ha criticado hasta la circular que envió el Fiscal Jefe de Estado donde aclaraba que el intercambio de archivos sin ánimo de lucro no es delito. Además, meten a nuestro país en una lista negra (301) que ellos consideran que la forman los estados que “no ofrecen adecuado nivel de protección a la Propiedad Intelectual en relación a su nivel de desarrollo". Además, quiere "proteger la innovación americana y su creatividad en todo el mundo", y acusa al Gobierno español de "no hacer ni un mínimo esfuerzo para cambiar la extendida percepción errónea de que compartir archivos mediante P2P es legal en España". Al parecer los estadounidenses no se han enterado de las numerosas y potentes campañas del gobierno dirigidas precisamente a cambiar la “percepción” sobre la legalidad de los archivos. La parece poco el martilleo constante a que tiene sometidos a los españoles desde hace ya bastante tiempo y la artillería pesada que está usando para tratar de criminalizar a la sociedad por un hecho que sigue sin ser delito mientras no cambien las leyes.
Recordemos la campaña “Si eres legal, eres legal” o muchas otras que se han empleado a fondo en la tarea de convertir a los internautas en una especie de ladrones o criminales cuyas actividades de intercambio de archivos fueron equiparadas a robar bolsos o coches. Todo esto le parece poco al país de la bandera de barras y estrellas. Quizá esperen acciones más contundentes como asaltar las casas de los internautas, mandarlos a los cabalozos de Guantánamo o enviar pulsos electromagnéticos contra los servidores de los usuarios que intercambian archivos.
Alentados por estos comentarios de los estadounidenses, los encargados de velar por los intereses de la industria del videojuego han visto la oportunidad perfecta para quejarse de la caída de ventas que han sufrido en el 2008 y que, según ellos, se debe a la piratería, también llamado “intercambio de archivos sin ánimo de lucro” por algunos. La Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (aDeSe) se lamenta de los malos resultados de las ventas y aseguran que la culpa de sus males la tiene la piratería, sumiendo en una profunda crisis al sector y describiéndolo como una catástrofe de desempleo y empobrecimiento del entorno. Alberto González Lorca, presidente de ADeSe, comenta "La piratería está obstaculizando el crecimiento de un sector que en poco tiempo se ha consolidado en España. España además genera contenido en ese sector. Esta lista nos dice algo que todos sabemos en este sector: que el Gobierno no se ha puesto a la tarea de frenar la piratería". Lo que no dice González Lorca es que España se encuentra inmersa en una crisis galopante como nunca tuvo antes en su historia. No cuenta la caída del consumo general hasta niveles que rozan lo insostenible. No cuenta que hasta en el año 2007 se batieron récords de ventas y que el negocio del videojuego no paraba de subir desde hace varios años.
¿Qué sucede entonces, que sólo hay piratería este año? ¿Antes no existía el intercambio de archivos? ¿El aumento de ventas de videojuegos de estos años atrás no se ha visto afectados por las descargas de los criminales de Internet? Justo cuando entramos en recesión y los empleos de todos los sectores del país se desploman, es cuando se produce el desempleo en le sector de los videojuegos. Que casualidad más oportuna. Si no fuera porque lo ha dicho la ADeSe, juraría que la culpa ha sido de la crisis. Pero en vista de sus argumentos, sería buena idea enviarle un comunicado a los EEUU informándoles que han encontrado la causa de la crisis mundial: la piratería. El presidente de la Reserva Federal agradecerá tamaño descubrimiento. Y ya puestos, a ver si revelan también la cura del cáncer.