Los responsables de la sede católica en Brasil han demandado a Columbia Pictures por mostrar una escena donde el Cristo Redentor, obra emblemática de Río de Janeiro, cae derribado por un enorme terremoto producto de la catástrofe masiva que motiva el film más pesimista del año: 2012. La demanda exige a la productora que emita un comunicado público aclarando que no pretendía ofender a los fieles. Al menos dinero no piden.
Los Estados Unidos de América son famosos por tener un sistema legal que permite demandar las cosas más insólitas (y a veces hasta ganarlas). Haciendo gala de esta peculiaridad, la sede de la Iglesia católica en Brasil ha demandado a la compañía Columbia Pictures por mostrar una escena de la película 2012 donde el emblemático Cristo Redentor es destruido por un feroz terremoto derivado de la gran catástrofe general que arrasa todo el planeta.
La archidiócesis brasileña ya le advirtió a la compañía que no se le ocurriera disponer del símbolo religioso, que adoran millones de personas, para destrozarlo en pantalla, pero Columbia Pictures hizo oídos sordos a la amenaza y mostró cómo se desmoronaba la estatua del Cristo Redentor, una obra que costó 9 años construir y 250.000 dólares de presupuesto y que se ha convertido en una de las nuevas 7 maravillas del mundo.
La curia brasileña considera que la destrucción cinematográfica del Cristo Redentor ha
provocado que muchos fieles se sientan impactados y ofendidos con la escena. Pretende que el fallo del tribunal condene a la empresa dueña de la película 2012 a emitir un comunicado público donde reconozca que no era su intención ofender a los católicos. Dos gigantes se enfrentan ante los tribunales por derechos de copyright.
Hay que tener en cuenta que la estatua del Cristo fue diseñada por Paul Landowski, autor que cedió los derechos de imagen a la Iglesia. La archidiócesis tiene otorgados estos derechos hasta el año 2032 que pasarán a ser de dominio público. Mientras tanto, la organización católica tiene la potestad para interponer este tipo de denuncias por considerar ofensivo el tratamiento al símbolo que representa la gran estatua. A veces los derechos de autor tienen estas paradojas, mire usted por donde.