Los mandos de control son una parte fundamental de las consolas hogareñas. Conforman nuestro nexo, nuestra conexión con el mundo digital. En un informe dividido en dos partes, NeoTeo hará un recorrido desde la primera hasta la última generación de consolas, para detenerse en la evolución que han sufrido los mandos de videojuegos (gamepads) a lo largo de la historia. Mueve la cruceta y oprime todos los botones a la vez, que ha llegado la hora de conocer a nuestro único y verdadero compañero de aventuras: el nunca bien ponderado joystick.
Como todos sabemos, muchas veces son los períodos que abarcan conflictos bélicos los momentos más prolíferos en lo que respecta a la innovación tecnológica. Fue así como en Alemania, allí por el tormentoso año de 1944, a finales de la Segunda Guerra Mundial, se desarrolló una primera palanca de mando con el fin de dirigir el misil Henschel Hs 293. Este primitivo joystick utilizaba impulsos digitales básicos (encendido o apagado) los cuales eran transmitidos por un cable fino (el cual pronto fue suplantado por señales de radio) para controlar la dirección de la bomba. En cuanto a su nombre, el primero uso de la palabra “joystick” se le atribuye al piloto de aeronaves Robert Loraine, quien nombró así a una palanca de mando de un biplano inventado por James Henry Joyce y A. E. George (lo que se dice un hombre muy astuto que aprovecha oportunidades… ajenas).
Una vez que los joysticks comenzaron a formar parte de la vida cotidiana (en aviones a radio control, en sillas de ruedas eléctricas, en cohetes de la NASA) no faltó mucho para que la industria del entretenimiento digital se hiciera de sus servicios. Así fue como en 1967 Magnavox Odyssey, la primera consola de videojuegos de la historia, incorporó dos mandos analógicos que utilizaban dos potenciómetros para medir la posición de una rueda giratoria de 330 grados que controlaba el movimiento de los bates del popular videojuego Pong.
La empresa Atari desarrolló en 1977, para su consola Atari 2600, un joystick digital de dos ejes que contaba con un solo botón de acción y que estaba conectado a través de un conector DE-9 de nueve pines. Si bien la introducción del conector de quince pines (que superó las prestaciones de los nueve pines ofrecidos por los joysticks de Atari y de Apple II) por parte de la exitosa IBM PC fue un paso importante para la evolución de estos periféricos, el primer salto fundamental en el desarrollo de las palancas de mando se dio con la aparición de la tercera generación de consolas de 8 bits.
Las señales multiplexadas que brindaron los dos botones redondos (A y B), “Select” y “Start” (que no existían en el segundo mando el cual contaba con un control de volumen y micrófono), junto con la clásica cruceta de cuatro direcciones de los mandos cuadrados pertenecientes a las consolas Nintendo Entertainment System, Family Computer o Famicom de 1985 y seguido por Sega Master System en 1986 representaron el verdadero escalón evolutivo de los gamepads. Incluso el joystick de la consola Atari 7800, lanzada en 1986, evolucionó obteniendo cuatro ejes y un botón extra sin perder la compatibilidad con su predecesora.
Estos nuevos controles estandarizaron los botones de movimiento y dirección sobre la mitad izquierda y los de acción sobre la mitad derecha del pad. Con la aparición de Sega Mega Drive o Sega Genesis en el año 1988 y la aparición la cuarta generación de consolas de 16 bits sobrevino un cambio estético, mediante la adopción del estilo “hueso de perro” o búmeran de sus formas, y funcional de los mandos, con la incorporación de ocho direcciones, un solo botón “Start”, y un botón más de acción (A, B y C) a los que luego se le sumarían tres más pequeños (X, Y, Z), lo que daba un total de seis botones a los cuales se podía acceder automáticamente o mediante un selector de “Modo” en la parte superior del control dependiendo del título que estuviésemos jugando.
La aparición los gamepads pertenecientes a la consola Super Nintendo Entertainment System de 1990 pueden considerarse un eslabón definitivo en la diagramación de los controles modernos. Este mando eliminó dos botones de acción del frente, reacomodando los cuatro restantes en forma de diamante (A, B, Y, X), les otorgó un color diferente para ayudar a su memorización y agregó otros dos botones de acción (“Left” y “Right”) sobre la parte superior.
Este ordenamiento fue imitado por Sega Saturn en el año 1994, introduciendo, en su versión del 3D Control Pad, el stick analógico y los gatillos con la suma de dos botones superiores (“L” y “R”), constituyéndose así la base de los mandos contemporáneos.
Los primeros años de la quinta generación de consolas conformaron un período de experimentación en donde las empresas comenzaron a probar distintos diseños para sorprender al mercado. Así fue como se desarrollaron piezas de lo más curiosas entre las que podemos encontrar el mando de Atari Jaguar, lanzada en 1993, el cual, además de contar con tres botones de acción, uno de “Pause” y otro de “Option”, tenía doce botones extra para “futuros juegos”. Pero lo más llamativo es que una versión posterior traía tres botones más, lo que daba un total de veinte botones en un solo pad.
Otro caso particular es el mando de la consola Neo Geo CD de 1994 el cual era similar al de Sega Genesis pero con un stick de movimiento híbrido, similar a los sticks analógicos de la actualidad, pero tecnológicamente limitado a ocho direcciones de movimiento.
También apareció Apple Bandai Pippin, un control perteneciente a la plataforma multimedia Pippin diseñada por Apple y producida por Bandai en 1995 que incluía una trackball, un ratón invertido cuya bola se manipulaba con la mano.
Pero el caso más llamativo es el de la consola con gafas 3D Virtual Boy de Nintendo, desarrollada en 1995, que incluía un mando con dos crucetas para ayudar al control de los objetos en ambientes tridimensionales.
Así llegamos al mando que aún hoy (en sus versiones más evolucionadas) domina el mercado de consolas. Este es el control de PlayStation, lanzado mundialmente durante el año 1994. Este control, con diseño ergonómico, utilizó la base conceptual de los mandos de SNES disponiendo cuatro botones en forma de diamante con símbolos coloreados (triángulo verde, círculo rojo, equis azul y cuadrado rosa), una cruceta de cuatro direcciones y cuatro botones superiores (R1, R2, L1, y L2) correspondientes a la posición derecha e izquierda (en inglés).
En el año 1996 salió al mercado el mando Dual Analog con mangos más largos, botones R2 y L2 ligeramente modificados, dos sticks analógicos en la parte baja central del control seguido por un botón de modo con luz que servía para activar la función de vibración que luego fue eliminada hasta la aparición de la siguiente versión: el control Dual Shock. Este mando de 1997 volvió estéticamente a la forma del control original e hizo hincapié en su tecnología háptica, la aplicación de vibraciones para representar la fuerza del movimiento que observábamos en la pantalla, manteniendo, además, los botones R2 y L2 de su predecesor junto con los sticks analógicos e incorporándoles la función de botones de acción R3 y L3. Este modelo de controlador finalmente se volvió un estándar de las consolas pertenecientes a la compañía Sony Computer Entertainment.
Por último, Nintendo trató una vez más de generar una revolución estética a través del gamepad de su consola Nintendo 64 de 1996. Este control contenía una cruceta, un stick de control en la parte inferior central del mando con un “Start” rojo sobre él, dos botones A y B, dos botones L y R en la parte superior y la novedosa incorporación de cuatro botones C y un gatillo trasero Z. El mando, disponible en seis colores opacos y siete semitransparentes, además de traer en su parte trasera una ranura conocida como Rumble Pack, que brindaba vibraciones durante el juego, también podía utilizarse para guardar partidas (Controller Pack), lograr una conectividad entre los cartuchos de Game Boy y la consola (Transfer Pack) o para agregar un micrófono. Su forma de tridente fue pensada para poder utilizarse de la manera tradicional o como la empuñadura de un arma (aprovechando su gatillo trasero).
Así llegamos al final de esta primera parte. ¿Quieres leer la segunda parte? ¡Pincha aquí! En el segundo informe hablmos de los mandos pertenecientes a la sexta generación de consolas, para ver cómo los pulgares de nuestras manos fueron lentamente perdiendo protagonismo hasta otorgarle al movimiento de todo el cuerpo un rol fundamental en la interfaz de las nuevas consolas.