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La farsa de la Autoayuda

Los programas y libros de autoayuda han crecido incesantemente en los últimos años. ¿Realmente pueden cumplir con lo que prometen o son una gran farsa?

Comencemos por destacar que el término "autoayuda" es en sí mismo una falacia. Si un libro o programa de este tipo realmente puede ofrecer una solución, es el autor de dicho libro o el orador del programa el que está aportando la ayuda y no uno mismo, que sólo toma lo que le dan. Autoayudarnos es lo que hacemos diariamente con cada cosa de nuestras vidas, en todo lo que necesitemos, desde alimentarnos hasta discutir en el trabajo por un aumento. Cuando pedimos ayuda a un familiar o amigo ante alguna dificultad (a menos que requiera algún tipo de acción física) tomamos su consejo en consideración y terminamos optando por lo que mejor nos cuadre y no siempre hacemos caso, aun cuando el consejo haya sido sabio. ¿Puede la autoayuda darnos consejos útiles? ¿Realmente podemos solucionar nuestras vidas con leer un libro o asistir a un seminario?

Nadie tiene el secreto de la felicidad. Y no hace falta que citemos ninguna fuente, se sabe. No hay fórmulas porque no hay problemas estáticos ni cuestiones herméticas. La propia medicina descubre nuevas enfermedades a diario a medida que investiga la forma de combatir las que ya conoce. Y el discurso que uno usa para conseguir un aumento de sueldo puede que a ti no te resulte. No hay razones lógicas para pensar que un autor o un orador, desde su individual punto de vista, pueda resolver los mil y un problemas de millones de personas diferentes. ¿Por qué la gente confía en la autoayuda entonces? Porque les dice lo que quieren oír: que todo es posible, que no están solos y que no hay nada que no puedan hacer. Todas cosas que ya saben, pero que suenan tan bien que son irresistibles. Se parece mucho al caso de los videntes, gitanos y tarotistas. Sólo basta con mirar el rostro del consultante (feliz, confundido o triste) y describir problemas o alegrías en líneas generales. Una vez que logran la confianza de la persona, le dicen exactamente lo que quieren oír y el trabajo esta hecho. Con los seminarios o libros de autoayuda es igual, con la diferencia que no necesitan adivinar (como los videntes) el estado ni problema del interlocutor, él mismo lo declara al suscribirse al programa en venta. “Un matrimonio Feliz”, “Ser exitoso en el trabajo”, “Superar los miedos”. Sólo hay que hablar de las generalidades de cada caso y dar ejemplos de éxito que hasta pueden ser ficticios, como en los casos de Cohelo o Bucay. Y el lector, oyente, siente que todo es posible y que se está autoayudando. ¿No nos crees? Pues te lo demostraremos.

Tu estás cansado de luchar con la rutina, sientes que el tiempo nunca es suficiente y que estás infravalorado. Tu jefe no te escucha cuando le planteas tus problemas/necesidades y la paga no es suficiente comparada al trabajo que realizas. Tienes algunos problemas con tu pareja porque no te comprende, siempre pone sus problemas por delante de los tuyos y no se da cuenta que lo tuyo es peor. Para colmo de males, cargas con la frustración de postergar tus sueños en pos de la practicidad y muchas veces sientes que quieres bajarte del mundo un rato para poder respirar y repensar las cosas. Pero todo tiene solución, sólo tienes que sentarte en silencio y escuchar tu corazón, él te dirá que hacer, porque él tiene las respuestas y seguir tu corazón es lo que te llevará a la felicidad. Porque nada de lo que tú no hagas nadie te lo hará y está en ti el poder de superarlo todo. ¡Ponte de pie, alza tu cabeza, mira al futuro sin miedo!

Podríamos seguir, pero creemos que se entiende el punto. Una descripción de males generales te hace sentir comprendido y un par de frases bonitas alegran el ánimo, pero no solucionan problemas.

Un buen ejemplo de la inefectividad de la autoayuda puede verse en los programas laborales de moda. Sean convenciones, outdoors o cursos de creatividad, todos consisten en eventos de un día donde un orador nos convence del poder del querer y nos estimula sin descanso la voluntad. Fuera de las presiones diarias normales, con la actitud de ir a “aprender” algo y dentro de un recinto donde no hay otra que hacer que escuchar el bombardeo constante de frases hechas, terminamos convencidos. Y volvemos a nuestra rutina con toda la fuerza de trabajar al máximo, explotar toda nuestra creatividad, lograr una completa adaptación al cambio. Somos una aplanadora que nada detendrá… Por unos tres o cuatro días, antes de que la realidad nos aplaste a nosotros. Y no es que seamos pesimistas, ni que queramos convencerte de que debes darte por vencido. Por el contrario, la idea es que la verdadera autoayuda está en el instinto de supervivencia de cada uno de nosotros y que no necesitamos pagarle a nadie para que nos diga qué hacer. Cada uno sabe lo que mejor le conviene, y tendrá más éxito poniendo su empeño en enfrentar sus problemas y descubrir sus propias soluciones que leyendo las ideas que otro quiere venderle para su propia receta de riqueza.

Seguro, hay algunos libros que no le hacen daño a nadie y que incluso pueden darte una lectura agradable para pasar el tiempo por un módico precio. Pero son más los que quieren autoayudar a sus bolsillos vendiendo técnicas de superación absurdas – como caminar sobre vidrio, brasas o romper tablones – a precios exorbitantes. Algo que sólo sirve para emocionarte un par de días pero no resuelve nada. La entrada a un parque de atracciones cuesta mucho menos y logras el mismo efecto subiendo a una montaña rusa (incluso es más divertido). Penn & Teller ofrecen mayor claridad en el asunto con uno de sus episodios de Bullshit:

Para cerrar, aquí en NeoTeo te autoayudaremos y ¡gratis! (porque somos así de desinteresados). Repite con nosotros:
"Soy una buena persona"
"Todo lo que me ocurre es normal y todos pasan por lo mismo"
"La vida me dará recompensas cuando menos lo espere"
"Aprendiendo a aceptar los cambios sin combatirlos alcanzo la paz"
"No hay nada que no pueda superar"
"El secreto es no detenerme nunca y llegaré a la cima antes que me de cuenta"
"Esto, también, pasará"
"Yo puedo vencer el miedo, yo puedo conquistar mi felicidad"
"Yo soy perfecto"

Listo. ¿No te sientes mejor? Sin dudas ahora estás listo para ser un ganador. Y si alguna vez flaqueas o tienes problemas, sólo tienes que volver aquí y releer estas frases o darte cuenta que realmente no las necesitas.

Escrito por editorwp_constanza

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