Pocos animales ponen en riesgo su hábitat de la manera que lo hacen los humanos, sumidos en una inercia suicida donde el beneficio a corto plazo es irremplazable por la responsabilidad ambiental y la protección del futuro de la humanidad. Como para recordarnos lo que le estamos haciendo a nuestro propio hogar, un video muestra cómo la contaminación del aire está fuera de control en China. Beijing amaneció tapada de smog y sus niveles de contaminación escalaron hasta romper records, y este es un panorama que se repetirá en otras geografías si no cambiamos prontamente nuestro modelo de desarrollo económico e industrial no sustentable.
Mientras en algunas universidades y foros especializados la teoría sobre el calentamiento global se discute y se busca confirmar de una manera irrefutable, para que quienes no han comenzado a regular la contaminación que provocan ya no tengan más excusas, las consecuencias siguen apareciendo en las pruebas y experimentos que realizan cientos de científicos alrededor del mundo. La expansión del agujero en la capa de ozono y el efecto invernadero obviamente no son las únicas repercusiones de la contaminación del aire, sino que son parte de un conjunto mucho más amplio que está deteriorando nuestra calidad de vida progresivamente. La contaminación del aire está fuera de control y un video quiere mostrarte cómo es que esto se está dando y qué consecuencias tendrá en el corto y largo plazo tomando a la capital China, Beijing, como caso ejemplar.
A pesar de las complicaciones propias de la naturaleza censora que tiene el gobierno de China, la información sobre la extrema contaminación de la una de las ciudades más importantes del país no pudo mantenerse oculta. Como si fuera una paradoja de lo que oculta que está quedando la ciudad debajo de la polución que la aqueja a niveles record, Beijing podría descubrir el velo que existe sobre la cuestión de la contaminación, que preocupa menos de lo que debería y su tratamiento está rodeado de eufemismos pragmáticos. Recientemente, la calidad del aire de la ciudad fue medida y se descubrió que ya había superado ampliamente la marca de 300 puntos de contaminación, lo que es considerado de alta gravedad por parte de la EPA, la Agencia de Protección Ambiental. El resultado de los estudios indicó que algunas zonas con denso smog habían alcanzado los 755 microgramos por metro de contaminación en partículas de aire, lo que es peligroso para la salud humana en el corto plazo. El domingo pasado, alcanzaron los 993 puntos. Una verdadera locura.
Para que tengan una referencia de lo que serían valores normales, Nueva York tiene un valor regular de 45 y Los Angeles 52, considerados como moderados y buenos para la vida. Y eso que estas son ciudades de las que no se puede decir que estén exentas de fuentes contaminadoras. Ante lo sucedido, el gobierno de Beijing les aconsejó a los pobladores que no salieran de sus casas y que evitaran sumar más contaminación a través de la congestión automovilística. A quienes se animaban a salir a la niebla contaminante, los organismos de salud recomendaban el uso de barbijo, algo que igualmente es común de ver en la vida cotidiana de China. Las razones detrás de este fenómeno son ampliamente conocidas y corresponden al desarrollo industrial y económico llevado adelante por el país a partir de 1980, que ha estado exento de las regulaciones necesarias y cuya ambición hoy está pagando este precio. La pregunta que queda es: si el Beijing no hace nada para parar esta contaminación, ¿cuántos años de habitabilidad le quedan?
