¿Cómo se habla sobre un coche del que no puedes decir nada? ¿Cómo se explican características que en la práctica no puedes discutir ni explorar? ¿Cómo presentas al público un misterio sin revelarlo realmente? Ese fue el desafío que aceptó Jay Leno en su último vídeo dedicado a «La Bestia», el coche oficial del Presidente de los Estados Unidos. Aún con las obvias restricciones y la presencia de dos agentes que evidentemente no están acostumbrados a esa clase de exposición, Jay se las arregló para extraer algunos bocadillos…
No es un coche que pase desapercibido o que posea un bajo perfil. Por el contrario, es un imán de atención, y hace girar cabezas cada vez que aparece. Imagino que a los agentes del Servicio Secreto no les agradan mucho esas condiciones, pero deben trabajar con ellas de todos modos. Por supuesto, tienen enormes ventajas a su favor: El coche es básicamente un tanque, poseen más de una unidad a su disposición, y cualquier detalle técnico/mecánico puede ser resuelto con relativa rapidez. Me refiero a La Bestia, apodo para el vehículo oficial del Presidente de los Estados Unidos. Jay Leno tuvo la posibilidad de recibir a La Bestia en su famoso garaje, y esto fue lo que compartió:
La Bestia: El coche del Presidente en el garaje de Jay Leno
¿Qué es lo que sabemos realmente sobre este coche? Jay Nasworhty, uno de los agentes que participan en el vídeo, explica que la actual «Generación 3» es más cómoda para conducir en comparación con la generaciones previas, que sufrían de «puntos ciegos» y obligaban al conductor a modificar su posición constantemente (ese problema sigue existiendo, pero no es tan severo como antes). La información disponible (y con un alto nivel de especulación) sugiere que La Bestia fue desarrollada sobre la plataforma del GMC TopKick, o una variante de la misma. Los reportes vinculados a su peso oscilan entre 6.800 y 9.100 kilogramos… pero nada de esto se explora en el vídeo porque es información clasificada. ¡Jay ni siquiera pudo abrir una puerta! Una cosa es segura: La Bestia es enorme. Jay Leno mide 1.8 metros de alto, y apenas llega al techo.
En la mitad del vídeo, Jay menciona los desafíos de validación y homologación para La Bestia, incluyendo recursos como fluidos, componentes, y hasta la propia carga de combustible. De hecho, Steve Abel (el otro agente) es uno de los mecánicos, y explica que en un viaje a Carolina del Norte, uno de los vehículos dejó de funcionar. Después de varios diagnósticos, pudo determinar que el problema estaba en el combustible: La región había sufrido lluvias por varios días, el agua logró filtrarse en los depósitos locales, y contaminó el combustible que terminó en una de las Bestias. Pero la trama no termina allí: El vehículo de reemplazo tenía problemas en una de las puertas (no cerraba correctamente), y Abel debió tomar la pieza del primer vehículo para repararla.
Los agentes también confirmaron que las Bestias no acumulan una gran cantidad de kilómetros, y cuando el presidente debe pasar un tiempo extendido «en el camino» (principalmente en épocas de campaña electoral), lo hace viajando en uno de los buses blindados, conocidos como Ground Force One. El vídeo se vuelve un poco más personal cuando Jay le pregunta a los agentes por su historia previa: Nasworthy llegó a la fuerza gracias a un amigo que participaba de la protección de Chelsea Clinton, quien le dijo que estaban contratando nuevo personal. Abel acumula 16 años de experiencia como mecánico (trabajando para un dealership de Ford y GM), y encontró el puesto en USAJobs. Ambos, hoy conducen y mantienen al que probablemente sea el coche más seguro del planeta.
