Google propone una base de conocimientos generada y mantenida por los usuarios con el principal objetivo de realzar a los autores y ayudar a la gente a compartir sus conocimientos.
Knol, el nombre del proyecto, representa una unidad de conocimiento y apunta a llevar la pericia de millones de personas a otros tantos que puedan beneficiarse de ella. Google propone volver a darle protagonismo a los autores y alentar a cualquier persona a escribir sobre un tema del que tengan conocimiento con plena autoridad. Aunque tenga mucho gusto a Wikipedia, el enfoque propuesto podría revolucionar la forma en que se comparte el conocimiento en Internet (si se lleva responsablemente)
Google considera que muchas personas con amplios conocimientos no los comparten en Internet porque no es sencillo. Knol no sólo ofrecería una solución simple para compartir información, sino que indexaría esos datos en el buscador más utilizado. La visión es que un knol de un tema en particular sería lo primero que querría leer una persona que esté buscando información sobre dicho tema por primera vez. En el fondo Knol no será más que una página Web, pero bien organizada y presentada, con una apariencia distintiva, herramientas amigables para escribir y editar y hosting gratuito.
Los knols generados por los usuarios cubrirían desde conceptos científicos a información medicinal, desde notas geográficas o históricas a entretenimiento e información de productos. Y la gran diferencia con otras bases de conocimiento es que Google no ejercerá ningún tipo de control sobre los contenidos agregados. No oficiarán de editores ni beneficiarán ningún contenido. En la propias palabras de la compañía “toda responsabilidad editorial y de control recae sobre los autores”. Google tiene la esperanza de que los autores cuiden la calidad de los contenidos pues será su reputación la que esté en juego. El problema es que en un sitio como Internet – en que el anonimato es el pan de cada día – la reputación no es algo tan importante. Por otro lado, sin un control en los contenidos, muchos asuntos estarían duplicados, a lo que Google replica que la “competencia de ideas es algo bueno”. Una opinión que pocos usuarios (buscando respuestas) compartirían frente a la confusión de varias fuentes contradiciéndose. Sin embargo estos problemas podrían ser sorteados por herramientas comunitarias que permitirán que los usuarios agreguen comentarios, preguntas y contenidos adicionales. Todos los knols estarían sujetos a votación y comentarios de cualquier usuario que desee hacerlo, por lo que la relevancia y popularidad de cada knol será responsabilidad absoluta de sus autores y la comunidad.
El proyecto se encuentra en beta y funciona sólo por invitación, pero una vez que se completen las pruebas estará abierto a cualquier persona que desee participar. Los knols podrían contener publicidad si el autor así lo quisiera, pero más allá de los anuncios agregados no habría ganancia alguna en la participación, lo que resulta en una falta de incentivo para generar contenidos de calidad. ¿Puede un sistema sin ningún tipo de control o estructura dar frutos? En principio suena como una utopía, y los que tenemos tiempo navegando la enorme red sabemos que los contenidos de calidad podrían ser rápidamente sepultados por cientos de publicaciones inservibles. Pero quizás podamos operar mejor como comunidad en línea que como lo hacemos en la realidad, aunque decirlo nos haga sentir que pecamos de ingenuos.