Creo que todos conocemos muy bien la historia de los mandos a distancia universales. El problema con ellos es que de «universales» no tienen nada, y el usuario necesita una cantidad considerable de buena suerte, o luchar durante horas probando docenas de códigos que pueden o no pertenecer a la marca de su dispositivo. El accesorio KlikR busca acabar con este conflicto de una buena vez sirviendo como puente entre nuestro smartphone y el sensor infrarrojo de cada TV, equipo de audio, aire acondicionado, o cualquier otra cosa que utilice un mando tradicional.
Se perdió, el ácido de las baterías lo arruinó, el perro lo hizo trizas, se cayó y no funcionó más, sus puntos de contacto no responden, el LED infrarrojo se quemó, la humedad lo estropeó… ¿cuántas historias como esas hemos escuchado de un mando a distancia? En teoría, un mando no es tan complicado de reparar, pero hay muchas ocasiones en las que debemos reemplazarlo por completo, y si no obtenemos un buen equivalente, estamos obligados a ingresar en la lotería de los mandos a distancia universales. Mi experiencia con ellos ha ido de «extraña» a «horripilante». Extraña porque logré hacer funcionar uno con un conversor de TV por cable (esos que permiten añadir canales a un televisor antiguo) del año ‘97, y horripilante porque jamás logró enviar un solo comando correcto a un televisor Philips, a pesar de la docena de códigos disponibles. Tiene que haber una manera más sencilla de controlar a nuestros dispositivos, y así es como llegamos a KlikR.
En esencia, KlikR es un módulo Bluetooth que se conecta a nuestros smartphones Android e iOS. El siguiente paso es descargar su aplicación oficial llamada Klikrnext, e instalar el KlikR cerca del sensor infrarrojo en el aparato que deseamos controlar (el módulo requiere una batería CR2032 que dura seis meses). Una vez hechas las asociaciones necesarias, la base de datos en la app buscará el código más apropiado. La app de KlikR también permite compartir privilegios de mando con otro smartphone usando códigos QR, y lógicamente, administrar múltiples módulos a la vez. Si eso suena sospechoso… es porque llegamos a «la trampa» de KlikR: Un módulo por dispositivo.
Para resumir, KlikR ofrece la conveniencia de controlar un amplio rango de accesorios hogareños a través del smartphone sin tener que batallar con listas de códigos o manuales en chino, a cambio de 29 dólares por sensor. El resto, depende del usuario. Un mando a distancia universal «tradicional» cuesta diez euros en promedio… pero la pesadilla de programarlo sigue allí. La ruta de KlikR es más sencilla, aunque un poco costosa. ¿Qué dices?
