Los proyectos basados en Kinect siguen surgiendo hasta por debajo de las piedras. Mientras que en Redmond encienden cigarrillos con billetes gracias a las ventas masivas de su nuevo juguete, todos los entusiastas de la robótica, la electrónica, y por qué no del aeromodelismo logran aplicar el sensor en una lista cada vez más grande de proyectos. En esta ocasión, un Kinect es montado en un cuadricóptero para servir como radar, detectando obstáculos de forma dinámica y alterando el patrón de vuelo en relación con ellos.
El fenómeno del Kinect nos hace recordar rápidamente al impacto que generó el Wiimote entre los desarrolladores y los entusiastas, aunque el efecto causado por el dispositivo de Microsoft parece más recargado. Vender dos millones y medio de unidades en apenas 25 días no sólo se puede considerar como un éxito absoluto, sino que también deja a los competidores de Redmond escupiendo sangre mezclada con bilis, especialmente cuando se piensa de aquí a las proyecciones de ventas para la temporada de Navidad. Y no todo se reduce a saltar frente a la pantalla y divertirse. Hemos visto la digitalización de entornos, interfaces para Windows 7, robots controlados por gestos, y ahora, pequeños monstruos voladores que bien pueden ser los ancestros de los cazadores-asesinos controlados por Skynet.
El Laboratorio de Sistemas Híbridos en el departamento de Ciencias de la Computación e Ingeniería Eléctrica de la UC Berkeley han presentado en un sencillo vídeo a una modificación de su proyecto STARMAC, un grupo de cuadricópteros de prueba con capacidad de operación autónoma. El vídeo nos muestra a un cuadricóptero con un Kinect montado en la parte superior, gracias al cual puede detectar el nivel del suelo y aquellos objetos que puedan resultar un obstáculo para su vuelo. El cuadricóptero puede volar por sí sólo gracias a rutas predefinidas, mientras que el Kinect también proporciona datos sobre la altura. En caso de encontrar un obstáculo “repentino”, el cuadricóptero queda suspendido en el aire y espera hasta que su ruta vuelva a estar libre. El vídeo nos muestra cómo se detiene frente a una caja de cartón, pero es factible esperar el mismo comportamiento con un humano que se atraviese por la habitación.
La gran pregunta es dentro de todo predecible: ¿Qué sigue después de esto? No caben dudas de que el Kinect debe tener límites específicos, pero ya ha pasado de sensor de movimiento en juegos a radar para vehículos en poco más de un mes. ¿Comenzarán a combinar más de un Kinect para aumentar su resolución? ¿Harán algún sistema que pueda detectar el entorno de un vehículo en 360 grados? No importa qué sea lo que venga después, lo cierto es que lo mejor que pudo haber hecho Microsoft para provocar esta “explosión DIY” con el Kinect es dejar la interfaz USB abierta. El Kinect podrá ser exclusivo para la Xbox 360, pero ya deben ser varios los que están pensando en algún juego bajo Windows que use el Kinect. Después de todo, el controlador ya está disponible.