«¿Cómo protejo a mis hijos en Internet?» es una pregunta que se ha repetido hasta el cansancio, y con la amplia presencia de los dispositivos móviles, posee más validez que nunca. Un error típico es dejar que el ordenador se encargue de «todo» el control parental, pero un «buen» punto de partida es la moderación de resultados. Kiddle es un motor de búsqueda que combina el esfuerzo de editores con las funciones básicas de Google Safe Search para brindar contenido seguro a los más pequeños de la casa.
Lo he dicho en otras ocasiones, y lo volveré a repetir: El control parental necesita ayuda. Cualquier padre o madre que visualice a esta función como un filtro mágico y perfecto está cometiendo un error. La Web cambia constantemente, y un enlace que en teoría parece seguro podría llevar mañana a contenido que no resulta ser del todo apto. Sólo por esta razón es inapropiado colocar toda nuestra confianza sobre una solución automática, más allá de que existen opciones con una calidad muy alta. De más está decirlo, los motores de búsqueda son las ventanas principales de la Web, y con un «manejo prudente» de sus resultados, el esfuerzo general debería ser menor. Dicho eso, hagamos un lugar para Kiddle.
A simple vista, Kiddle es un buscador como cualquier otro, pero la enorme diferencia en sus resultados nos lleva a saber que depende tanto de Google Safe Search como de un grupo de editores que se encarga de verificar los enlaces principales. Kiddle no ofrece ninguna opción para desactivar Safe Search (eso anularía su propósito), y en ciertos casos prefiere caer del lado conservador. A modo de ejemplo, «death» es una palabra clave bloqueada, y cualquier otra combinación que la posea también arrojará resultados negativos. Esta aparente severidad en las búsquedas deja en claro que Kiddle apunta a un público de siete años o menor, aunque imagino que un adulto necesitará menos de diez minutos para encontrar las primeras fisuras en su armadura.
Un aspecto positivo de Kiddle es que no recolecta información personal, y todos los logs asociados a las búsquedas son eliminados en un plazo de 24 horas. Ese es aproximadamente el mismo tiempo que los responsables de Kiddle tardan en procesar un reporte de contenido inapropiado. Para finalizar, no hay dudas de que Kiddle tiene como prioridad al idioma inglés. Si bien bloquea varias palabras críticas en español, sus resultados suelen llevar a otros motores de búsqueda, y una vez fuera de la caja de arena, el pequeño usuario puede hacer lo que sea.