Las cámaras de alta definición y las impresoras 3D nos han permitido llevar a cabo toda clase de proyectos, pero uno de los más llamativos y controvertidos es la clonación de llaves. La primera vez que hablamos de esto fue en 2016, y un año más tarde comenzaron los «ataques» sobre estándares complejos, pero si en verdad quieres duplicar una llave básica, tal vez sea suficiente con un smartphone, y la aplicación KeyDecoder para Android.
En noviembre de 2014, un artículo del Washington Post sobre el trabajo de la TSA estadounidense le hizo un obsequio invaluable a la comunidad de entusiastas: Una foto en alta definición con siete de las ocho llaves maestras que la agencia utiliza para inspeccionar el equipaje. Eso habilitó su duplicación con impresoras 3D, y aunque en estos días podemos comprar el set entero por Internet, el incidente nos recordó que las fallas de seguridad pueden llegar del lugar menos pensado.
Entonces, es una pésima idea sacar fotos HD de una llave y publicarlas en la Web… pero eso no te impide experimentar en casa. Todo lo que necesitas para hacer la prueba usando una de tus llaves personales (y hago énfasis en «tus-llaves-personales») es reproducir su corte con la precisión suficiente, y ahí es cuando interviene una aplicación para Android llamada KeyDecoder.
KeyDecoder te ayuda a duplicar llaves usando fotos
Ahora, lo primero que hay que entender sobre KeyDecoder es que no funciona de forma casual, sino que requiere un entorno muy bien preparado. En primer lugar, la llave debe estar fuera del llavero, quieta y sobre una superficie plana, y en segundo lugar, necesitamos colocar una tarjeta tamaño ISO/CEI 7810 ID-1 (como una tarjeta de crédito) para que sirva de fondo y escala. Este paso es esencial: La tarjeta debe medir exactamente 85.60 por 53,98 milímetros, o de lo contrario, los márgenes de error serán demasiado amplios.
Después de tomar la fotografía, el resto es cuestión de usar la interfaz para recortar todo el excedente, definir la «espalda» y el «hombro» de la llave, y agregar puntos en el centro de cada corte para obtener sus dimensiones. Muchos expertos aseguran que si una llave puede ser copiada de este modo, entonces su cerradura es vulnerable a ataques de baja complejidad como llaves de percusión («bumpkeys») o ganzúas de rastrillo («jigglers»), pero si la idea es aprender y no hacer daño, KeyDecoder debería ser útil.
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