Hace horas la NASA brindó una conferencia de prensa para comunicar los primeros resultados obtenidos por el telescopio espacial Kepler, que fue enviado al espacio para detectar planetas similares a la Tierra que orbiten estrellas distantes. Si bien aún no ha logrado descubrir ninguno como la Tierra, las buenas noticias son que Kepler funciona perfectamente y las primeras imágenes muestran que posee la capacidad de encontrar ese tipo de planetas.
En la NASA están exultantes. Parece que todos los sistemas instalados abordo del telescopio espacial Kepler, lanzado en marzo de este año, funcionan a la perfección. En rigor de verdad, ya se habían obtenido las primeras imágenes, que confirmaban el correcto funcionamiento de la más increíble cámara jamás enviada al espacio. Pero ahora hay un nuevo motivo de festejo: el cacharro espacial acaba de detectar su primer exoplaneta (el HAT-P-7b, uno ya conocido).
Kepler “simplemente” fotografía una y otra vez la misma porción del cielo. Luego, un ordenador se encarga de comparar las imágenes obtenidas y busca las pequeñísimas variaciones que se producen en el brillo de algunas de las estrellas que aparecen en las fotos. Estas variaciones pueden deberse a varios factores. Una de las causas se da cuando un planeta, que gira alrededor de una estrella, “pasa” entre ella y la cámara abordo del telescopio, opacando ligeramente su brillo. Si la estrella fuese del tamaño del Sol, y el planeta del tamaño de la Tierra (exactamente lo que busca Kepler), la variación del brillo a detectar es del orden del 1%. Y el telescopio es perfectamente capaz de hacerlo.
Tan capaz es que acaba de confirmar la existencia de un enorme planeta identificado como HAT-P-7b, que gira en torno a una estrella simular al Sol. HAT-P-7b es uno de los casi medio centenar de planetas extrasolares descubiertos hasta la fecha mediante observaciones desde la Tierra. Según el astrónomo William Borucki, del Centro Ames de Investigaciones de la agencia espacial estadounidense, este gigante tiene un tamaño similar al de Júpiter y se encuentra a unos mil años luz de la Tierra. Kepler tuvo que verificar el brillo de más de 50.000 estrellas enviados para confirmar la existencia del planeta.
De los datos enviados por la sonda se deduce que HAT-P-7b tiene una temperatura diurna cercana a los 1.500 grados centígrados y que posee atmósfera. Según aclararon los científicos encargados del telescopio en la conferencia de prensa, todo el trabajo fue realizado en base a la información recogida antes de que la sonda iniciara oficialmente sus operaciones científicas, lo que demuestra que los instrumentos de alta precisión funcionan, incluso antes de que hayan sido sometidos a la calibración definitiva.
Para Jon Morse, director de la División de Astrofísica de la NASA, “la detección de la atmósfera de un exoplaneta con solo 10 días de información es un anticipo de lo excitante que serán los descubrimientos hechos por Kepler”. Los científicos prevén que la misión de la sonda durará unos tres años y medio, durante los cuales determinará si existe un cuerpo rocoso similar a la Tierra más allá del sistema solar. “Esto es un buen augurio para las perspectivas de que la sonda Kepler pueda encontrar planetas como la Tierra", dijo David Koch, principal investigador del Centro Ames.
El telescopio puede detectar cambios en el brillo de las estrellas de solo 20 partes por millón y su cámara toma fotografías con una resolución de 95 megapíxeles. “Detectar planetas del tamaño de Júpiter con este método es como medir la variación lumínica que produce un mosquito cuando pasa frente a las luces de un automóvil”, dice Jim Fanson, director de misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA. Pero “encontrar planetas como la Tierra es como el equivalente a detectar una pulga delante de la misma luz", añadió. Como sea, parece que Kepler esta funcionando muy bien, y que pronto comenzarán a llegar datos de planetas del tipo terrestre. ¡No podemos esperar para ver las imágenes!