Just Cause

La liberación de San Esperito no puede esperar más. Rico Rodriguez, el agente de campo más valiente y guapo de la CIA, es el encargado de llevar a cabo esta misión. ¿Podrá lograrlo?.Desde la última E3 que venimos siguiendo a Just Cause. Más allá de su singular nombre, este videojuego es ambicioso por donde se lo mire. Sus desarrolladores tomaron prestados conceptos de varios de los grandes clásicos de la industria, e hicieron un cóctel que resultó tener un muy buen gusto. Su principal inspiración parece venir de la saga de Rockstar, Grand Theft Auto, ya que la libertad de movimiento y la inmensidad de los mapas son moneda corriente. Pero Just Cause tiene lo necesario para adquirir una identidad propia, como veremos en las próximas páginas.

Como adelantamos en la introducción, en Just Cause interpretamos a un personaje cuyo deber es derrocar al gobierno corrupto de la isla de San Esperito. Rico Rodríguez, con su negra cabellera y enorme valentía, hará todo lo que esté a su alcance para cumplir con su objetivo. Con ello nos referimos a ataques directos, alianzas con agrupaciones poderosas del lugar, misiones de sabotaje y muchísimas otras maniobras más.

Just Cause, presentando a… ¡Rico Rodriguez!.

Todo comienza cayendo un paracaídas. No se sabe bien por qué, pero Rico adora usar paracaídas. Tanto es así que lo lleva consigo durante todo el juego. Justamente, en la primera parte, la idea es caer cerca del refugio donde nos darán las instrucciones iniciales. Si bien no estamos solos en la tarea de liberación, poco aportan los personajes secundarios más que la descripción de los objetivos y alguna asistencia esporádica en escasas misiones. Eso significa que somos nosotros contra el régimen del lugar, una batalla que, a primera vista, suena un tanto despareja.

Los gobiernos se mantienen sólidos hasta que el pueblo se rebela contra ellos, ¿no es así?. Si hablamos de una mayoría, los dirigentes tendrán que salir por la puerta trasera en poco tiempo para evitar mayores conflictos. En cambio, cuando es la minoría la que pide sus renuncias, difícilmente se llegue al mismo resultado. A menos, claro, que esté Rico de por medio.

Rico y su debilidad por las mujeres

Como la unión hace la fuerza, en Just Cause deberemos aliarnos con los principales opositores al régimen: los Rioja y la Guerrilla. Cumpliendo misiones para cada uno de estos bandos, podremos ascender de rango, ganarnos su respeto y obtener beneficios otorgados por ellos mismos. Y no sólo eso. Al apoyarlos en su causa, haremos que comiencen a controlar los sectores de la isla que, previamente, estaban dominado por el gobierno. De esta manera, este último irá perdiendo su poder sobre el archipiélago, lo que constituye parte del objetivo principal del juego.

La campaña principal nos da completa libertad a la hora de decidir qué es lo siguiente que vamos a hacer. En el mapa se nos marcan los puntos de interés, donde algunos de ellos corresponden a misiones secundarias de los Rioja, otros de la Guerrilla, mientras que los restantes marcan aquellas que componen la línea argumental principal. Si nos concentramos en completar sólo las que son fundamentales para avanzar en la historia, Just Cause no nos durará mucho tiempo. Por lo tanto, siempre es bueno alternar con alguna que otra secundaria, y no sólo para estirar la duración, sino para obtener ciertos privilegios que nos facilitarán los asuntos primordiales.

Por supuesto que el “paraíso” se desvanece apenas nos comenzamos a hacer conocidos para las autoridades. Si bien los espectaculares escenarios, los increíbles efectos de iluminación y el diseño ambiental de la isla siguen estando presentes, no tendremos mucho tiempo para disfrutar de todo ello con la policía acosándonos constantemente. En esa situación, que atravesaremos incontables veces durante el juego, la música de persecución se escucha de fondo, dándole un poco más de emoción a la escena. Una lástima que la mala implementación de las voces haga que escuchemos a un policía como si estuviera al lado nuestro, a pesar de que, en realidad, se encuentre a muchos metros de distancia (suele pasarnos cuando viajamos en helicóptero).

Volviendo a los gráficos… vale, sólo tienen que observar los videos para darse la idea. En PlayStation 2 no deslumbra como lo hace en los ordenadores y Xbox 360, aunque siguen siendo más que decentes. Hay que rescatar los distintos efectos climáticos, las transiciones de los momentos del día, el comportamiento del agua ante nuestras acciones y muchos otros detalles. Los usuarios de las compatibles necesitarán disponer de una potente tarjeta de video y una buena cantidad de memoria RAM, si es que quieren evitar los saltos en el rendimiento que genera tanto despliegue visual. Los afortunados poseedores de la consola de Microsoft se llevan la mejor parte.

La isla de San Esperito

Lo que no termina de funcionar bien es la física. No sé ustedes, pero yo no estoy acostumbrado a ver como mi personaje escala montañas como si se trataran de mesetas, aún con laderas tan empinadas que podrían catalogarse como verticales. Muchas veces estaremos escapando de los helicópteros, jeeps y patrullas policiales metiéndonos en los bosques y subiendo los montes con mucha facilidad. Ojo, hay algunos que son imposibles de escalar, pero si lo fueran, estaríamos al borde de lo ridículo. Por otra parte, en ciertos choques y/o explosiones, puede darse que Rico salga despedido como si hubiera estallado una bomba atómica a sus espaldas. Todos estos detalles deberían ser corregidos con la futura salida de un parche.

Las similitudes más evidentes con Grand Theft Auto surgen al comentar este apartado. La fórmula de parar cualquier coche que venga circulando por la carretera y tomarlo “prestado” también se implementó en Just Cause. Por las calles de la isla circulan todo tipo de vehículos, no sólo carros convencionales. Están los jeeps, camiones, camionetas, motos y cuatriciclos, entre otros. También podemos desplazarnos por agua, gracias a un selecto grupo de lanchas y barcos a disposición. El aire es la tercera ruta para aprovechar, pudiendo escoger helicópteros, avionetas, aviones de combate y varios más. Como ven, opciones para trasladarse de un punto a otro no faltan.

Rico haciendo estragos

Si son de los que ni siquiera tienen ganas de tomar un auto y conducir hasta el objetivo, mediante el PDA de Rico es posible pedir el helicóptero de la agencia y hacer que nos deposite justo donde tenemos que ir. O, si no están conformes con los transportes que circulan por esa parte de la isla, pedir uno de los cuatro disponibles a través del mismo dispositivo. Pero las alternativas no se acaban allí. El paracaídas que comentábamos al principio, en combinación con el garfio estilo Batman que Rico lleva como si fuera un arma más, pueden ayudarnos a movernos por San Esperito de una forma más divertida. ¿Cómo? Enganchando el garfio en algún vehículo y abriendo el paracaídas. Así, nuestro personaje volará como si fuera una cometa. Esta maniobra también nos sirve para esas misiones donde se nos solicita interceptar a un enemigo que se traslada en un auto o camión. En el video verán la habilidad de Rico para subirse a los techos e introducirse por la ventana, y lo bueno es que todo se realiza con un par de botones.

En fin, Just Cause ofrece la variedad y libertad de movimiento de Grand Theft Auto, pero con un apartado técnico muy superior. Aunque las misiones secundarias sean repetitivas, la dificultad crezca de manera estrepitosa hacia el final del juego, y los errores de audio y física que relatamos en la página pasada, se merece un digno reconocimiento. Ante tanta ambición, Just Cause salió muy bien parado.

Puntaje: 84%