«Te van a derretir el cerebro», «Estás muy cerca del televisor», «Deberías dejar esa estupidez»… estas y otras frases similares representan la resistencia clásica de muchos padres a los videojuegos como forma de entretenimiento para los más pequeños, pero las cosas han cambiado por completo con el paso de los años. De hecho, no son pocos los estudios que sugieren ventajas en lo cognitivo y de razonamiento espacial. Uno de los más recientes fue publicado por un grupo de investigadores en la Universitat Oberta de Catalunya, que también involucra a los efectos de la llamada estimulación magnética transcraneal.
Despreciados y minimizados por supuestos expertos de varias ramas, los videojuegos poseen un perfil muy diferente en estos días. El espectacular avance de los e-sports (y los millones de dólares que cambian de manos en sus torneos) definitivamente ayudó en ese proceso, pero hay cuestiones de calidad y acceso que no podemos negar. El mundo de los videojuegos quiere más gente participando, no menos, y hay opciones para todos los gustos, desde pequeños títulos casuales hasta MMOs cada vez más grandes y complejos.
Una de las críticas más recurrentes (y por qué no «tradicionales») es que los videojuegos afectan la inteligencia y el desarrollo cognitivo, pero hay estudios que apuntan exactamente en la dirección contraria. Uno de ellos fue publicado a mediados de junio por Marc Palaus, Raquel Viejo-Sobera, Diego Redolar-Ripoll y Elena M. Marrón de la Universitat Oberta de Catalunya, bajo el título «Mejora Cognitiva Vía Neuromodulación y Videojuegos: ¿Efectos Sinérgicos?», y apareció recientemente en Frontiers in Human Neuroscience.
El estudio reunió a 27 participantes menores de 40 años, algunos de ellos con experiencia como jugadores de videojuegos en su niñez, y otros sin ella. Primero fueron sometidos a una evaluación básica de habilidades cognitivas. Después, cada uno de ellos entrenó durante diez días jugando Super Mario 64. Durante ese período, varios de los participantes recibieron estimulación magnética transcraneal, tratamiento no invasivo que busca optimizar el funcionamiento cognitivo. Pasados los diez días, todos los participantes fueron reevaluados, y 15 días más tarde, las pruebas se repitieron una tercera y última vez.
El objetivo principal era confirmar mejoras duraderas en la función cognitiva entre los participantes que recibieron el tratamiento magnético, pero descubrieron que su impacto fue nulo. Sin embargo, los participantes que de pequeños acumularon experiencia en videojuegos respondieron mucho mejor a la evaluación cognitiva inicial. Al mismo tiempo, la fase de entrenamiento optimizó notablemente los resultados de quienes no tenían experiencia, y en la segunda sesión, sus resultados ya eran similares a los del otro grupo.
La conclusión de los investigadores es que la combinación de entrenamiento en videojuegos con la estimulación magnética transcraneal no muestra ningún aumento en el rendimiento cognitivo. En cambio, los resultados sugieren que una experiencia temprana con videojuegos produce mejoras en ciertas funciones cognitivas, y las sostiene a largo plazo. Por supuesto, los resultados son exploratorios y probablemente se necesiten estudios adicionales, pero este trabajo ayuda a definir los límites en la estimulación externa de cerebros sanos, y el potencial benéfico de los videojuegos.
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Fuente: My Modern Met